Después del mediático anuncio del supuesto plan magnicida para acabar con la vida del heredero político del difunto presidente Hugo Chávez, Nicolás Maduro; altos funcionarios del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) se niegan a hablar del tema.
Así ocurrió con el canciller Elías Jaua, que en su visita a Maracaibo para un encuentro con las Ubch, aseguró no querer hablar del tema «yo no quisiera comentar nada de relaciones exteriores, ahora sólo nos ocupa la política interior» dijo el Canciller.
Jaua además admitió tener en cuenta el descontento que existe dentro de las filas de la revolución «cuando venia por el pasillo, mucha gente nos decía las fallas de las instituciones, en 5 minutos junto al gobernador recibimos las criticas, pero también apoyo y reconocimiento».
A pesar de los llamados de atención de dirigentes políticos locales y de los innumerables gritos de descontento de los miembros de las Unidades de Batalla Hugo Chávez, Jaua aseguró que las críticas deberán llegar bajo dos preceptos: “la critica con respeto y dignidad, cuando se sale de esos valores pierde autoridad moral» comentó.
División en la MUD
A pesar de que dentro de las filas del chavismo arden las barbas, el canciller se atrevió a hacer señalamientos sobre los escollos que sufre la llamada Mesa de la Unidad Democratica en Venezuela.
«Quien si tiene problemas de división es la llamada Mesa de la Unidad, vimos como el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, dice que la salida es un fracaso, ahora GerardoBlyde, Alcalde de Baruta dice que también es un fracaso, por su parte el periodista Rafael Poleo, un tarifado del imperio, dice que fue una propuesta interesante» destacó el canciller al respecto.