La hydra es un animal que posee una sorprendente cualidad, al mejor estilo de un superhéroes, este parece inmortal por su capacidad regenerativa.
Este poder ha llamado la atención de los biólogos desde el siglo XVI, llevándolos a analizar cómo las hidras tienen la facultad de si le cortas uno de los tentáculos, volver a formarlo. Si, hasta aquí, es sorprendente. Pero si de verdad quieres algo inusual, entonces puedes pasar una hydra por una picadora de carne, contemplar el resultado, y descubrir que, poco a poco, de la masa triturada va formándose de nuevo el cuerpo.
Ulrich Technau y sus colegas de la Universidad de California en Berkeley descubrieron que el secreto reside en mantener la cabeza indemne. Las hydras usan sus cabezas para enviar constantemente señales diciendo al resto de sus células dónde ir y en qué deben convertirse.
Cuando una hydra se convierte en picadillo, la cabeza se encuentra dispersa en trozos. Pero sólo que unas pocas células conserven su identidad como células de la cabeza, es suficiente para volver a formarse.
Según Technau y sus colegas, la hydra solo necesita entre cinco y veinte de estas células para formar un nuevo cuerpo.
Xatakaciencia/DC