Venezuela podrá fin “en el corto plazo” a su actual modelo de compraventa de divisas que registra tres tasas de cambio diferentes e implantará uno basado en “un sistema de bandas”, anunció hoy el vicepresidente para el área económica del Gobierno, Rafael Ramírez.
“Nosotros vamos a ir a un proceso de convergencia hacia un nuevo sistema cambiario, a un sistema de bandas”, y eso “va a suceder en el corto plazo”, una vez que se pongan en marcha una serie de “políticas fiscales y monetarias” previas, dijo Ramírez en una entrevista en el canal privado Televen de la televisión privada.
El actual sistema cambiario maneja tres tipos de cambio y eso “es muy complejo”, sostuvo el también ministro de Energía y Minas y presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
En Venezuela existe desde 2003 un sistema de control estatal de cambio que deja en manos del Gobierno el monopolio de las divisas, que son entregadas a tres tipos de cambio distintos en función del objeto al que sean destinados.
El más barato establece un cambio de 6,30 bolívares por dólar y rige para la importación de alimentos y otros productos básicos; el segundo está en un tipo variable controlado de alrededor de 10 bolívares y el tercero entorno a los 50 bolívares con participación de actores privados y públicos en un mercado controlado.
Adicionalmente, el país registra una cuarta tasa de cambio fruto de la existencia de un “mercado negro” en el cual la divisa estadounidense se cotiza en la actualidad a alrededor de 70 bolívares por dólar, y que es la que rige a la hora de fijar los precios al consumidor final, lo que ha disparado la inflación.
El “proceso de convergencia hacia un nuevo sistema cambiario”, siempre en el marco del control estatal instaurado en 2003, fue anunciado por Ramírez en una rueda de prensa que ofreció el pasado 27 de junio, cuando admitió que el actual sistema “no ha resultado adecuado para la economía” nacional.
DC/EFE