Según la revista JAMA Pediatrics, la leche materna contiene numerosos beneficios para los bebés, pues aumenta su nivel intelectual y previene el desarrollo de varias enfermedades.
Todas estas virtudes se notan cuando su consumo es prolongado en un lapso de más de seis meses desde el nacimiento, ayudando así al progreso cognitivo, a diferencia de los niños que no habían tomado pecho.
“La lactancia materna durante el primer año de vida podría incrementar la inteligencia del niño hasta cuatro puntos“, aseveró uno de los escritores en la revista.
Por tanto, los investigadores recomendaron promover la lactancia como un método de alimentación exclusivo durante los primeros seis meses, ya que este importante liquido tendría la capacidad de potenciar la inteligencia de generación en generación.
DC/Elmundo.es
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