Holanda tiene que quedarse en la Copa del Mundo a pesar que su técnico Louis van Gaal quisiera que regresen a casa. Y ahora les toca disputar un partido que nadie quiere jugar.
La Oranje, que cayó el miércoles en semifinales ante Argentina, tiene que enfrentar el sábado a Brasil por el tercer lugar en Brasilia, un duelo que van Gaal criticó y consideró como algo sin importancia «que no tiene nada que ver con el deporte».
«Creo que este partido no debería jugarse», comentó Van Gaal después que su selección perdió 4-2 ante Argentina en una definición por penales, tras 120 minutos sin goles. «Llevo 10 años diciéndolo. Pero de todas formas tendremos que jugar ese partido».
Los holandeses están obligados a salir a la cancha para el encuentro, apenas tres días después de un agotador duelo.
«Pueden quedárselo», respondió el astro holandés Arjen Robben cuando le preguntaron sobre la sensación de jugar por el tercer puesto. «Aquí sólo vale una cosa, y es ser campeón mundial».
Después de perder la final ante España hace cuatro años, la actitud de Holanda es comprensible. Y aunque Van Gaal lleva una década abogando por la eliminación, su plantel no tiene otra alternativa que jugar.
Para Brasil, el partido es una oportunidad para dejar un mejor sabor de boca luego de su humillante revés 7-1 ante Alemania en semifinales.
«La vida sigue, y tenemos que apuntar a nuestra próxima meta, y nuestra próxima meta es ganar el partido por el tercer lugar», señaló el timonel brasileño Luiz Felipe Scolari. «Tenemos que jugarlo, es nuestra meta principal».
Lejos de ser una meta, es un enorme dolor de cabeza para Holanda.
Van Gaal dijo que hay varias cosas que le molestan sobre el partido, pero la que más le incomoda es que un plantel encara la posibilidad de volver a casa con derrotas consecutivas, después de tener un buen torneo en el que quedó entre los cuatro mejores.
Además, los brasileños tuvieron un día adicional de descanso ya que su semifinal fue el martes.
«Así que eso tampoco es justo», indicó Van Gaal. «Pero creo que lo peor es que tienes la posibilidad de perder dos corridos. En un torneo en el que jugaste de maravillas, puedes irte a casa como un perdedor si pierdes los dos últimos partidos. Así que eso no tiene nada que ver con el deporte, desde mi punto de vista».
AR/DC/Agencias