La polémica venta del periódico venezolano más antiguo del país se habría concretado por menos de 22 millones de dólares, afirmó José Luis Basanta, abogado del grupo de inversores que compraron el medio de comunicación.
Hasta la semana pasada se rumoraba que el consorcio español Epalisticia S.L. pagó cerca de 90 millones de euros, siendo el tercer medio de comunicación adquirido por un grupo desde que el presidente Nicolás Maduro asumió la presidencia.
El primero fue Globovisión que costó 68 millones de dólares a Raúl Gorrín, accionista mayoritario de Seguros La Vitalicia. Luego el turno le tocó a la Cadena Capriles adquirida por 140 millones de dólares en manos de Víctor Vargas, presidente del Banco Occidental de Descuento (BOD) y una inversión de Hanson Group, empresa establecida en el Reino Unido.
Según la entrevista concedida por Basanta a la agencia Bloomberg, los nuevos dueños de El Universal apuestan a un cambio político en Venezuela. “No saben si el cambio ocurrirá con el actual Gobierno o con uno diferente. Puede ser una transición parecida a la española donde el régimen se desmanteló a sí mismo de forma pacífica, pero también puede ser más complicada”.
El nuevo presidente de El Universal, Jesús Abreu Anselmi, viceministro de Infraestructura en los años 80 y hermano de José Antonio Abreu, fundador de la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela, descartó a los reporteros que el nuevo dueño tuviera conexión alguna con el Gobierno y que la línea editorial no cambiaría.
Abreu Anselmi también afirmó que el papel tendrá suficiente papel para operar, a pesar de la crisis que viven los medios de comunicación en Venezuela por la escasez de papel periódico.
Basanta reafirmó que el grupo planea mantener el periodismo crítico al Gobierno y mantendrá en su grupo al columnista venezolano Nelson Bocaranda, a quien consideran “una pieza clave para el comercio futuro”. “Si se saca a Bocaranda, el negocio va mal”, dijo.
El único cambio que prevé Basanta no será en la ideología, sino en la proyección del medio en las nuevas tecnologías, sin reducir la plantilla.
AR/DC/Diario Las Américas