Jesús Castillo Molleda / Politólogo, Profesor Universitario, Empresario, Locutor y Columnista / @castillomolleda
Es normal escuchar a los ciudadanos expresar que los gobernantes no hacen lo necesario para mejorar la calidad de vida, pero cuántos ciudadanos están haciendo lo necesario para tener gobernantes y ciudades diferentes. Entre los días 04 de agosto y 08 de agosto de 2014 la Fundación Zulia Productivo participó en un estudio de observación en los Municipios Maracaibo y San Francisco del Estado Zulia. Dicho estudio se enfocó en los principales centros comerciales, hoteles, clínicas, bancos, y diversos sectores como La Curva de Molina, Los Plataneros, Paseo Ciencias, Plazoleta de la Basílica, Avenida Libertador, Avenida 5 de Julio, Calle 72, Plaza Indio Mara, Hospital Universitario, Hospital General del Sur, Plaza de la República, Vereda del Lago, Kilómetro 4, Sector Los Cactus, Urb. Coromoto, Villa Bolivariana. En donde con ayuda de cámaras de seguridad, y personal de observación se pudo constatar que existe una inconciencia ciudadana de muy alto nivel.
El estudio se centró en observar el comportamiento ciudadano hacia el tema de limpieza, uso de los bienes públicos y privados, trato hacia las personas con discapacidad, adultos, niños, mujeres embarazadas, atención al público y los resultados nos indican que se debe trabajar urgentemente en el tema de la convivencia ciudadana. Pues se pudo observar la existencia de ciudadanos inconscientes, que pegan su goma de mascar en escaleras, sillas, paredes, mesas, botan diferentes objetos en la calle, las cañadas, lago, aceras, pisos, pasillos, estacionamientos, son expertos rayando mesas, sillas y paredes, las papeleras parecieran no existir en centros comerciales, centros de salud, ferias de comida. Asimismo, ver a una señora parada o un señor de avanzada edad en una entidad bancaria, consultorio médico y que alguien se pare para ofrecerle su puesto es difícil observarlo. No existe empatía ni comportamiento educado.
El comportamiento del ciudadano en el centro de la ciudad es grotesco, desde el vocabulario hasta la actitud, botan casi todo al piso, tropiezan con otras personas sin pedir disculpas, se insultan en paradas de carros por puestos y autobuses, piensan que la mayoría de los comerciantes abusa con los precios. Las personas que se encuentran en módulos de información y atención al cliente en bancos, centros comerciales, hoteles y centros de salud parecieran que estuvieran amargados, mal pagados, obstinados, porque las respuestas que dan al pedirles una información es poco colaboradora y en muchos casos grosera. El trato de la gente con personas que anden en sillas de ruedas, muletas, bastones, yesos, collarín, es denigrante, como si ellos no estuvieran propensos a pasar en algún momento por situaciones similares.
Por otra parte, la anarquía que se presenta con algunos motorizados y conductores que piensan que son los dueños de la carretera y aceras es para agarrar palco, el irrumpir las señales de tránsito y las normas de conducir es la regla que impera. El uso inconsciente de las señales de discapacidad en estacionamiento en donde personas que no padecen discapacidad se estacionan cometiendo así un abuso, quitándole el derecho a un ciudadano con alguna discapacidad. Otro fenómeno observado es la burla que muchos ciudadanos realizan contra otros ciudadanos por su manera de vestir, por su color de pelo y piel, por cómo comen, por el celular que usan, por el carro que tienen, por su pensamiento político.
En la observación realizada en algunos restaurantes y ferias de comida se pudo observar que en muchos casos el consumidor que se deja llevar por fotos e imágenes de la comida que piden, al momento de recibirla muestran asombro en ver que no se parece en nada a lo que mostraba la foto. La manera de estacionar fue otro comportamiento observado, es evidente la anarquía imperante en esta materia en los dos municipios, pues existen ciudadanos que están convencidos que sin ellos el mundo no existiría, lo cierto es que para que tengamos gobiernos diferentes debemos tener ciudadanos diferentes, aunque hay que aclarar que no el 100% de lo observado fue negativo, hay ciudadanos que si tienen conciencia de convivencia pero lamentablemente son minorías. En síntesis, en palabras de Aldous Huxleys “solo una colectividad que se rija por el respeto a la vida humana, la tolerancia y la libertad puede sacar al mundo del cruel abismo en que los poderes políticos la conducen”.
DC/ S.H. Jesús Castillo Molleda / @castillomolleda / jcastillo@fundacionzuliaproductivo.com