Al menos 18 personas, entre ellas una mujer embarazada y un bebé de dos meses, han muerto y 120 han resultado heridas en Gaza desde la tarde de ayer, cuando el Ejército israelí reanudó sus bombardeos sobre la Franja, informaron fuentes oficiales.
Según Ashraf al Qedra, portavoz del ministerio gazatí de Salud, entre las víctimas mortales también están la esposa y la hija pequeña de Mohamad al Daif, líder de las brigadas «Azedim al Kasem», brazo armado del movimiento islamista Hamás.
Además, ocho miembros de una familia perdieron la vida en un bombardeo similar contra una vivienda en la localidad de Deir al Balah, en el centro de la Franja.
Un hombre de 20 años y un niño de cuatro murieron, por su parte, en el barrio de Zaitum, en el este de la ciudad de Gaza, mientras que dos personas que viajaban en una motocicleta fueron alcanzadas por un misil en la población septentrional gazatí de Beit Lahia.
Poco después de este ataque, Israel aseguró haber matado a dos supuestos milicianos, a los que acusaba de lanzar misiles contra el sur del país.
Con estas nuevas muertes, asciende ya a 2.036 el número de palestinos que han perdido la vida en Gaza en la actual ofensiva israelí, un 75 por ciento de ellos civiles y una cuarta parte niños y menores.
Palestinos e israelíes se acusan mutuamente de haber roto este martes el alto el fuego y arruinado así el proceso de negociación para un cese permanente de las hostilidades que se celebraba desde hace días en El Cairo.
Desde entonces, la aviación israelí ha bombardeado más de noventa lugares en Gaza mientras que las milicias han lanzado 137 cohetes, 24 de los cuales fueron interceptado por el escudo antimisiles, informó la portavocía castrense.
DC/EFE
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