En una rueda de prensa en el Palacio de San Carlos, sede de la Cancillería, la ministra se refirió al cierre fronterizo que opera entre ambos países desde el pasado lunes, y que fue anunciado por el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb) de Venezuela, Vladimir Padrino.
«No nos parece que el cierre de la frontera sea la medida que va a controlar el contrabando. El contrabando se tiene que controlar con otras medidas internas», afirmó la canciller María Ángela Holguín.
La clausura fronteriza había sido presentada desde Venezuela como una manera de luchar contra el contrabando colombo-venezolano, que el Ejecutivo de Nicolás Maduro considera como uno de los principales responsables de la grave escasez alimentaria de su país.
Sin embargo, el Gobierno colombiano se mostró molesto porque, según aseguró la canciller, dicha iniciativa fue tomada de forma «unilateral» por Venezuela, pese a los acuerdos que ambos países mantienen en la lucha contra el contrabando.
La última de las grandes reuniones sobre este tema se produjo el pasado primero de agosto en la ciudad de Cartagena, donde el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y su homólogo venezolano mantuvieron un encuentro bilateral.
Allí, ambos anunciaron, entre otras medidas, la apertura del Centro Binacional de Comando y Control contra el Contrabando, que contará con una sede en ambos lados de la frontera para coordinar las informaciones de los dos países, y que ya opera en el estado venezolano de Táchira.
Por los 2.219 kilómetros de frontera colombo-venezolana se registra, además de los alimentos, el contrabando de combustibles, artículos de aseo personal e industrial, materiales de construcción, ganado y otros productos.
A estas actividades se suman las acciones delictivas asociadas al narcotráfico, principalmente.
NoticiasCaracol/DC