Las larvas de una mosca típica del trópico podrían servir para curar heridas y fabricar antiobióticos contra organismos resistentes, según investigaciones de una bióloga de la Universidad Nacional de Colombia, que estudia las propiedades curativas y antibacterianas de este insecto.
“La hemolinfa, que es como la sangre de los organismos invertebrados como las moscas, tiene propiedades en el proceso de cicatrización”, dijo a la AFP la bióloga Paula Giraldo.
Giraldo explicó que comenzó este proyecto de investigación por casualidad, mientras estudiaba la presencia de moscas de la especie tropical Lucilia eximinia en cadáveres, un método que se utiliza desde años en antropología forense para datar la fecha de muerte de un cuerpo.
Mientras desarrollaba sus investigaciones, Giraldo pensó que estas moscas, que se alimentan de organismos muertos, debían tener un sistema inmune muy fuerte para soportar la presencia de patógenos en cadáveres, por lo que comenzó a investigar las propiedades antibacterianas de las larvas.
A partir de eso, esta bióloga comenzó la búsqueda de los compuestos y comparó el sistema inmune de las larvas cuando estaban expuestas o no a bacterias. De ahí se encontró una mayor actividad del sistema inmunológico cuando se aplicaban a las heridas.
El Periódico de la Universidad Nacional señaló que el proyecto de Giraldo consiste en cultivar larvas, que una vez que alcanzan su madurez son contaminadas con patógenos para inducir una respuesta inmune.
Según ese boletín de agosto, este descubrimiento podría usarse contra patógenos como la bacteria fecal Escherichia coli (E. Coli) y Staphylococcus aureus, “muy importantes en el área médica debido a que presentan cepas resistentes a antibióticos a nivel mundial, lo que hacen que las infecciones que causan puedan volverse intratables”.
También podría aplicarse en pacientes diabéticos que presentan úlceras contaminadas.
Giraldo afirmó que todavía tiene un largo trecho antes de poder sintetizar las moléculas para poder producir medicamentos, pero resaltó la importancia de su labor ya que los antibióticos de origen natural tienen ventajas frente a los compuestos sintéticos.
“El valor adicional es que son de naturaleza peptídica, es decir, están compuestos del mismo tipo de moléculas que las proteína, a diferencia de los antimicrobianos convencionales, frente a los cuales las bacterias presentan resistencia”, indicó.
DC/Agencias
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