La escasez sigue extendiendo sus tentáculos. La carencia de material hace que se dupliquen los tiempos de entrega de los cadáveres.
Varias han sido las funerarias que han manifestado la escasez de formol, químico esencial para la preparación de los difuntos durante su acto velatorio, por lo que algunos familiares han tenido que “patear calle” y solicitar los servicios fúnebres en otros locales que cuentan con el químico requerido para la preservación del cuerpo.
Anteriormente, no hace menos de un año, los fúnebres aseguran que podían adquirir una pipa contentiva de 100 litros, pero ahora sólo logran comprar un galón que contiene 20 litros, lo cual resulta insuficiente tomando en cuenta que para la preparación del cuerpo se pueden llegar a utilizar de dos a seis litros, por lo que dicha cantidad del producto sólo alcanzaría para atender a tres difuntos.
Respecto a los servicios funerarios, el más económico incluyendo impuestos llega a costar hasta Bs. 12.000; de acuerdo a las exigencias de los familiares este precio puede aumentar hasta Bs. 30.000.
DC/La Región