La moda por los selfies llega a tal extremo en algunas personas que hacen cualquier cosa por conseguir la autofoto más llamativa, más extraña o más peligrosa.
Este fue el caso de una pareja polaca que falleció en Portugal intentando captar con su cámara una imagen para el recuerdo.
Ambos se encontraban en Cabo da Roca, cuando decidieron hacerse un selfie al borde de un acantilado. Fue entonces cuando perdieron el equilibro y cayeron desde una altura de 80 metros, bajo la mirada horrorizada de sus hijos, que se encontraban presentes cuando sucedió la desgracia.
Los niños, de cinco y seis años, están siendo sometidos a terapia psicológica y actualmente se encuentran bajo el cuidado de la diplomacia polaca.
ABC/DC