En la taza del sanitario de una gasolinera al sur de Saltillo , por la carretera a Zacatecas, una mujer tuvo a su bebé y lo dejó tirado con todo y placenta.
Lo que no supo es que el recién nacido lloró con todas sus fuerzas y milagrosamente fue salvado.
El bebé se encuentra internado en el Hospital del Niño, donde se le reporta bien de salud, pero permanece en observación hasta descartar alguna infección.
Dos señoras que tienen un puesto de gorditas en la estación de servicio «Las Teresitas» escucharon el llanto; una de ellas entró a los baños donde descubrió rastros de sangre en el piso y al recién nacido dentro de la taza, ambas lo salvaron.
Después solicitaron auxilio de las autoridades a través del Sistema de Emergencias 066. Una unidad del Departamento de Bomberos respondió al llamado de urgencia y recibieron al pequeño y lo trasladaron al nosocomio, en tanto que el Ministerio Público inició las pesquisas para tratar de ubicar a la madre.
Una empleada de otro puesto de antojitos aseguró que ayer miércoles, como a las 13:30 horas, vio cuando se paró una camioneta color rojo de donde bajó una mujer que entró a los baños, luego salió, se subió a la unidad y se fue.
El secretario de Salud en Coahuila, Héctor Mario Zapata de la Garza, dijo que afortunadamente fue parto natural porque se cumplieron las 38 semanas de gestación, el bebito pesó 2 kilos con 700 gramos, midió 48 centímetros de estatura y no requirió incubadora.
«Su vida no corre peligro, está muy bien, pero permanecerá 72 horas en observación para descartar cualquier riesgo debido a las condiciones insalubres de la taza de baño donde llegó al mundo», comentó.
Mientras tanto, la policía indaga, pero si no logra encontrar a la mamá, se hará cargo de él la Procuraduría de las Niñas, Niños y la Familia (PRONNIF). Si no es reclamado por su familia será dado en adopción a un matrimonio o pareja que lo quiera y lo cuide.
El Universal/DC