La mayoría de los diputados del oficialismo calla ante las autoridades de la Asamblea Nacional, por temor a represalias. Sin embargo, el malestar existe y un grupo denunció que los procedimientos para la elaboración de leyes han sido obviados solo para complacer las peticiones de Miraflores.
Los legisladores del PSUV, cuyos nombres se mantienen en reserva, no entienden cómo el Legislativo declina su trabajo, no solo a través de la Ley Habilitante, sino al recibir y aprobar los instrumentos que envían los ministros, sin que sean debatidos o presentados en las reuniones de la fracción.
Las supuestas irregularidades fueron detectadas en al menos tres proyectos sancionados en el primer período ordinario de sesiones que recién culminó el 15 de agosto: la Ley de Telesalud, la reforma de la Lopna y la Ley Orgánica de Recreación. La situación viciaría su ejecución a pesar de que nadie cuestiona sus “nobles objetivos”.
¿Qué pasó?
El proyecto de Ley de Telesalud fue aprobado en primera discusión el 27 de noviembre de 2013. Se sometió a consulta pública a partir de febrero de 2014: sesiones de trabajo en 18 estados, 100 mesas de trabajo y 1.064 participantes. Los datos están contenidos en el informe de la comisión de Ciencia.
El texto volvió a plenaria para su segunda discusión el 15 de julio. Ese día se aprobaron 16 artículos y se difirió el debate. Posteriormente, desde Miraflores llegó otro texto y, en lugar de levantarle la sanción a los artículos ya aprobados, como lo ordena el Reglamento de Interior y Debates, el 12 de agosto se discutió el nuevo documento. Ningún diputado objetó la violación del procedimiento y la ley fue aprobada por unanimidad.
La bancada opositora desconocía la situación. Dinorah Figuera (PJ) respaldó la ley porque facilita el acceso de poblaciones remotas a servicios médicos. Sin embargo, un dato le causó suspicacia: “El trabajo final no lo estudió la subcomisión de Salud, adscrita a la comisión de Desarrollo Social”.
Los diputados del PSUV revelan que el proyecto fue cambiado para fortalecer el control de Miraflores. En el nuevo texto el presidente nombra y remueve a los directores del Consejo Nacional del Subsistema de Salud integrado por 8 ministros y el vicepresidente. De esa forma controla los fondos de la plataforma tecnológica con conexión al satélite Simón Bolívar, explicaron fuentes parlamentarias del PSUV.
Diputados alzados
En enero de 2012 entró en agenda la reforma de la Lopna, sin una información clara a la bancada del PSUV. “Esa ley la envió Iris, y así se aprueba”, alegó la fracción revolucionaria cuando llegó al Legislativo. El 22 de octubre de 2013 se aprobó en primera discusión y fue remitida a consulta pública, pero las propuestas fueron ignoradas con el mismo argumento: el texto viene del gobierno.
La mayoría de los diputados protestó; no entendían el porqué el Legislativo cedía tanto a Miraflores, si para esa fecha la aprobación de la Ley Habilitante era inminente y correspondía al Parlamento asumir una parte del trabajo, revelaron fuentes.
Reclamaron que la reforma debió discutirse en la comisión de Política Interior (por contener cambios relativos al área penal) y no en Familia, como se hizo. El 12 de agosto el texto volvió a la plenaria para la segunda discusión, pero luego de unos minutos fue diferida. Dos días después fue sancionada en una sesión donde los diputados principales del PSUV optaron por retirarse del Hemiciclo, como evidencian las imágenes de ANTV. En su lugar, asistieron los suplentes, según el informe de asistencia.
Un relajo
En esa sesión del 14 de agosto se suscitó una situación sin precedentes: la presidenta de la comisión de Cultura y Recreación, Gladys Requena (PSUV), pidió a la plenaria una moción de urgencia para levantar la sanción a la Ley Orgánica de Recreación e introducir una reforma.
La norma había sido sancionada por la plenaria el 22 de julio y remitida al TSJ, acorde con lo establecido en el artículo 203 de la Constitución, para que se pronunciara acerca de su carácter orgánico.
Ninguno de los diputados, incluyendo los del PSUV, conocía los artículos que incorporar, aún así Requena los leyó y sus copartidarios los aprobaron. “En la comisión de Cultura no se discutieron esos nuevos artículos. Desconocemos las razones que motivaron que una ley sin promulgar fuera reformada. No se cubrieron los extremos reglamentarios. La propuesta no fue distribuida a los diputados. No sabemos de qué se trata. Incluso los del PSUV están desinformados”, dijo Freddy Paz, integrante de la comisión de Cultura (UNT-Zulia).
El Nacional/DC