Nueve cubanos arribaron el martes en la tarde a una playa del sur de Florida en un bote rústico casero después de 10 días en una travesía por mar, dijeron testigos.
«Ellos estaban muy emocionados cuando llegaron a la playa», dijo Cristina Plihal, quien observó la llegada de los cubanos desde su condominio situado frente al mar en Cayo Vizcaíno, una isla de adinerados residentes cercana al centro de Miami.
«Cuando saltaron a la arena comenzaron a gritar, ‘Cuba, Cuba'», agregó antes de que la policía llegara al lugar y los escoltara hasta fuera de la playa. Los nueve cubanos, todos hombres, dijeron que su viaje había durado 10 días.
Bajo el programa de «pies secos, pies mojados», Estados Unidos permite que los migrantes cubanos se queden en ese país al llegar a tierra estadounidense, mientras que los que son interceptados en el mar deben retornar a la isla caribeña.
Las autoridades estadounidenses sostienen que 22.500 cubanos han llegado a Estados Unidos sin visado en los últimos 11 meses, incluyendo aquellos que viajan a través de la frontera con México, la mayor cifra en una década.
Un portavoz de la Patrulla Fronteriza estadounidense dijo que los nueve cubanos estaban siendo procesados por funcionarios de inmigración. Ninguno necesitó atención médica. Se desconocía desde qué sitio habían navegado.
Miami está a unos 370 kilómetros de Cuba y los separa el Estrecho de Florida, donde predominan las corrientes peligrosas. El más reciente bote que llegó a Florida parece haber sido confeccionado con tanques de metal soldados, cámaras de neumáticos que utilizan los camiones a ambos lados y un motor diésel de la era soviética.
«Eso es increíble», dijo asombrado Federico Padovan, un ingeniero civil jubilado que estaba frente a un grupo de espectadores en la playa. «Es el mejor barco que he encontrado», bromeó Alfredo Rodríguez, de 54 años, quien salió de Cuba en una balsa en 1994 y actualmente trabaja como jefe de mantenimiento en un condominio frente al mar.
También el martes, México liberó a un grupo de balseros cubanos rescatados a inicios de mes por su marina de guerra, algunos de los cuales se dirigieron de inmediato hacia la frontera de México con Estados Unidos en un autobús.
Los cubanos, que quedaron sin alimentos y bebieron agua de lluvia, fueron interceptados frente a la Península de Yucatán, quemados por el sol y deshidratados luego de tres semanas a la deriva en el mar. Sólo 15 sobrevivieron durante el viaje de las 32 personas que partieron en la embarcación desde Manzanillo, una ciudad portuaria situada en la región oriental de Cuba.
DC/ Reuters
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