“Mi esposa dio a luz anoche y luego que la metieron en sala de parto salió la enfermera a pedirme dos litros de agua mineral para limpiarla, porque no había agua por las tuberías.
Esa fue la explicación que me dieron y me tocó salir a comprarla, pero también me di cuenta que por las mañanas a las mujeres no le piden agua, no sé porqué”, contó este jueves Luis David Urdaneta, pareja de una parturienta del hospital Chiquinquirá.
Situación similar vivió Katty Valencia, el pasado martes, cuando se le presentó una pérdida y tuvieron que extraerle el embrión. “Nosotros llegamos en la tarde, le sacaron el saquito y no le pudieron hacer el curetaje porque no había agua, pues en las noches cierran las llaves. La remitieron al Noriega Trigo y allí no la pudieron atender porque el pabellón estaba en ese momento contaminado, había que esperar hasta la mañana, nos regresamos a la casa y en la mañana volvimos hasta el Chiquinquirá y nos pidieron 5 litros de agua. Los mismo cinco litros se los pidieron a cuatro muchachas que iban por aborto también”, contó Marina Valencia, hermana.
Marina prosiguió contando que mientras aguardaba, en el segundo piso, una muchacha se le acercó comentándole que estaba preocupada porque no le iban a poder hacer la cesárea por falta de agua.
La directora del centro de salud, Luisa García, aseguró que se están atendiendo a todas las parturientas y explicó que el hospital tiene un tanque que almacena un millón 500 mil litros de agua que les dura en promedio 3,9 días; sin embargo, como el plan de racionamiento mantiene al hospital cinco días sin el servicio por tubería ellos han tenido que tomar medidas de ahorro.
“Durante la mañana hay agua libre para todo el centro de salud para atender todas las operaciones electivas, sala de parto, entre otros; pero en las tardes estamos mandando a cerrar las llaves de paso para racionar, solo se abren para las emergencias”, detalló.
Sin embargo, señaló que hay obstetras que para no estar llamando a las unidades de mantenimiento prefieren solicitarle a los familiares del paciente agua de botella para atender cualquier situación que requiera del vital líquido en pabellón o sala de parto, y no perder tiempo mientras abren las llaves.
“Nosotros para solventar la situación en las noches ya adquirimos dos tanques que vamos a instalar en estas áreas tan sensibles como pabellón y sala de parto para que no se queden sin agua en estas horas. Esta semana próxima ya tendrán los dos dispositivos de almacenamiento”, indicó la directora del hospital.
Panorama/DC