La República Checa sorprendió a Holanda derrotándola 2 a 1 en el último suspiro y se llevó la victoria en el primer encuentro de clasificación del Grupo A para la Eurocopa 2016, jugado en Praga.
Fue un partido donde los locales se adelantaron pronto por medio de Dockal y parecía que luego daban por bueno el empate, hasta que apareció la magia de Pilar, ya en el descuento, para dar los tres puntos a los checos. Los locales se adelantaron al minuto 22 tras un buen control de Lafata, que se atrajo a dos defensas y dejó solo a Dockal, que mandó el balón de un zurdazo ante el que Cillessen nada pudo hacer.
Lafata, uno de los máximos anotadores de la liga checa, salía de una infección viral, pero su presencia en el ataque fue un revulsivo que dio alguna claridad a los suyos en el ataque, casi siempre al contragolpe. El balón estaba más en manos de los holandeses -en el computó global dispusieron del esférico un 66 por ciento, pero sin inquietar apenas la meta de Cech, ya que el equipo local montó una sólida defensa que sólo vaciló al filo del descanso-.
Los pupilos de Guus Hiddink no encontraban la manera de perforar esa barrera, y Van Persie dispuso de una única ocasión en el primer acto. Wijnaldum falló en un control delante de Cech en el minuto 26, y Depay, el más incisivo, lo intentó de disparo y trató de desbordar por ambas bandas.
Poco después de la reanudación, De Vrij empató tras una serie de imprecisiones defensivas de los locales, que no acercaban a sacar el balón de su área. Holanda se armó de paciencia y lo siguió intentando, mientras que los checos empezaban a acusar el cansancio, por lo que Pavel Vrba dio entrada a los extremos Pilar y Vydra, en sustitución de los exhaustos Krejci y Lafata, para tratar de armarla en algún contraataque, lo que al final tuvo lugar.
El error de Janmaat
Por entonces, los holandeses trataban de dormir el partido, lo que hizo que perdiera intensidad, con un Van Persie ausente del encuentro. Se notó la ausencia del lesionado Arjen Robben, si bien Depay tuvo numerosos detalles de calidad, incluido algún disparo con rosca como su colega del Bayern de Múnich. También pudo marcar en un cabezazo en el minuto 80, que permitió a Cech lucirse con una palomita.
Los checos metieron entonces el acelerador, pero sus contragolpes eran una y otra vez desbaratados por la defensa ‘oranje’. Prochazka pudo en el minuto 82 devolver la victoria momentánea a los suyos, tras una jugada ensayada a balón parado y remató alto, pero fue el pequeño Pilar, quien al cierre del encuentro aprovechó una defectuosa cesión al portero de Janmaat para marcar a placer un balón repelido por el poste.
Marca/DC