Uno de los más grandes íconos de la moda, Coco Chanel, dijo una vez que el perfume anuncia la llegada de una mujer y alarga su marcha, aunque es una forma muy poética de describir el poderoso efecto de los perfumes, la verdad es que tiene mucha razón.
El perfume es un arma muy poderosa que podemos utilizar a nuestro favor si lo portamos con ingenio y astucia, ya que después de usarlo por un tiempo se convierte en nuestra esencia personal y característica. El problema es que a veces no todo con respecto a él es color de rosa, uno de los inconvenientes más graves es que a veces parece ser toda una batalla lograr que éste dure todo el día, a menos que nos vaciemos encima la botella entera.
Toma nota
El secreto está en dónde lo aplicas. Los perfumes reaccionan de mejor manera ante el calor corporal, por lo que aplicarlo en los puntos del pulso hará que los reactivos químicos de los cuales se conforma se mantengan activos por mayor tiempo. Aplícalo en: las muñecas, detrás de las orejas, en la corva de las rodillas, atrás del cuello y en el escote.
Roséate tu perfume favorito en cuanto salgas de bañarte, cuando tu cuerpo aún esté húmedo. El vapor del baño abre tus poros, por lo que tu piel absorberá tu perfume y el aroma durará más.
Aplica una fina capa de vaselina o aceite de bebé en la piel en donde te aplicarás el perfume. Las propiedades y grasas que contienen estas sustancias ayudarán a encapsular el aroma de tu perfume por más tiempo.
No guardes tus perfumes para la eternidad. Según expertos el aroma de los perfumes funciona de manera adecuada de 3 a 5 años después de su producción, después de este tiempo el perfume va perdiendo sus propiedades y por ende su olor también disminuye o se altera.
Veintitantos/DC