La inflación acumulada en los primeros 8 meses de año, según el Banco Central de Venezuela (BCV) se ubicó en 39,4%, dígito que incide gravemente en el poder de compra de los venezolanos y en consecuencia de los zulianos.
La grave situación de desabastecimiento y escasez a causa de la falta de producción y del contrabando de extracción de alimentos y otros productos, han hecho que se acentúa y agudice más aún la carga familiar.
En consecuencia los zulianos ya no tiene un sólo trabajo sino que aparte de cumplir un horario laboral, al salir hacen cosas extras para ganar un poco más y llevar el sustento a sus hogares, es decir, hacen cualquier «maraña» para ganar dinero.
Pablo González, trabaja como topógrafo en la Alcaldía de Maracaibo, gana un poco más del sueldo mínimo, pero tiene cuatro hijos en la universidad y el dinero no le alcanza, por lo que se bandea con su vehículo en las tardes y noches trabajando de taxi.
«Salgo de mi trabajo a las 4 de la tarde, me encomiendo a Dios y me pongo a hacer carreritas en mi carrito, ya por lo menos me inscribí en una línea seria y en cinco horas dándole duro puedo hacer hasta dos mil bolívares», apuntó.
Magaly Semprún, es secretaria en una firma de abogados, sin embargo, expuso que lo que gana no le alcanza, es madre soltera de dos niños. «Yo aparte soy costurera, así busco dinero extra, no es fácil, a veces estoy muy cansada pero es la única forma de poder tener más dinero para mantener a mis hijos, porque me tocó sola».
Refirió que la comida, ropa, uniformes, la lista escolar, todo está por las nubes, la inflación se comió los salarios. «Así no se puede vivir, uno come muy mal».
Sheyla Osorio/@DiarioContraste
Foto: Refrencial