Por tercera vez consecutiva desde el 28 de octubre, el dirigente opositor Leopoldo López se negó a asistir al juicio que se le sigue por los sucesos del 12 de febrero en respuesta al silencio de la jueza 28 de Juicio de Caracas, Susana Barreiros, frente al pronunciamiento del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas que ordena su inmediata liberación.
La decisión del líder fundador de Voluntad Popular forzó a la jueza a aplazar la séptima sesión del proceso para el próximo martes 18 de noviembre, a las 1:15 de la tarde. Así lo informaron tanto fuentes del Ministerio Público como el abogado Juan Carlos Gutiérrez, coordinador de la defensa del ex alcalde de Chacao y ex precandidato presidencial.
Sin embargo, en horas de la mañana Gutiérrez admitió que temía que la funcionaria optara por aplicarle a su cliente lo previsto en el artículo 327 del Código Orgánico Procesal Penal (COPP) y permitir la celebración del proceso sin su presencia.
«En caso que el acusado en estado contumaz se niegue a asistir al debate, se entenderá que no quiere hacer uso de su derecho a ser oído en el proceso, por lo que se procederá a realizar el debate fijado con su defensor, si asiste, o en su defecto con un defensor público que se le designará a tal efecto; de igual manera se procederá en caso que el acusado que esté siendo juzgado en libertad o bajo una medida cautelar sustitutiva, no asista al debate injustificadamente, pudiendo el Juez, de oficio o a solicitud del Ministerio Público, revocar la medida cautelar», reza la norma antes mencionada.
Esta posibilidad no fue descartada por el Ministerio Público. No obstante, la jueza no se decantó por ella.
«López no está contumaz. Él ha acudido a todo el proceso, él lo que está es exigiendo que haya una respuesta al pronunciamiento de la ONU, lo cual no ha ocurrido porque la jueza no ha dado despacho», afirmó Gutiérrez, quien agregó: «Si el tribunal no tiene despacho las partes no están obligadas a comparecer ante él».
DC | 2001