El canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, manifestó al encargado de negocios de Venezuela, Reinaldo Segovia, el malestar de su Gobierno por una visita que el ministro de Comunas y Movimientos Sociales, Elías Jaua, hizo al país sin aviso previo.
Figueiredo le expresó a Segovia que tanto la visita sin aviso como el hecho de que Jaua haya firmado durante su estancia en Brasil unos acuerdos de cooperación con el Movimiento Sin Tierras (MST) hasta pudieran constituir una «injerencia en asuntos internos».
Según el diario O Estado de Sao Paulo, la decisión de convocar a los representantes de Venezuela en el país «fue conversada» por Figueiredo con la presidenta Dilma Rouseff después de que se supo que Jaua había firmado acuerdos con el MST, cuando se supone que había viajado para acompañar a su esposa en un tratamiento médico.
Segovia, encargado de negocios, acudió al llamado de Figueiredo porque el embajador venezolano, Diego Molero, no se encontraba en el país, y se comprometió a transmitir el malestar de Brasil al Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Jaua estuvo en Brasil hace unos diez días y en medio de su visita llamó a la niñera de sus hijos, Yaneth del Carmen Anza, para pedirle que le llevara a Sao Paulo una maleta con unos documentos.
Anza viajó desde Caracas en un avión de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y fue detenida en el aeropuerto paulista, debido que en la maleta que le encargó el ministro estaba escondida una pistola.
DC | EFE