El gobernador de Missouri ordenó el martes el envío de refuerzos de la Guardia Nacional estadounidense a Ferguson, suburbio de St. Louis, con la intención de evitar más disturbios tras una noche de violencia generada por la absolución de un policía blanco que mató a un adolescente negro desarmado.
Los abogados de la familia de Michael Brown, el joven de 18 años que fue abatido a tiros por el oficial Darren Wilson en agosto, condenaron el proceso del gran jurado que condujo a la decisión del lunes de no presentar cargos criminales contra el funcionario, informó Reuters.
Cerca de una decena de edificios en Ferguson ardieron durante la noche y 61 personas, en su mayoría del área de St. Louis, fueron arrestadas por delitos como robo, posesión de armas ilegales y reuniones no autorizadas, informó la policía. Hubo saqueos de tiendas durante las protestas.
El caso puso de manifiesto la tensa naturaleza que tienen a veces las relaciones raciales en Estados Unidos. La decisión del gran jurado del condado de St. Louis también provocó protestas en otras grandes ciudades del país.
La gente que salió a las calles de Ferguson pareció hacer oídos sordos a las peticiones de contención hechas por el presidente, Barack Obama, y otras autoridades.
La policía lanzó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra los manifestantes en la noche del lunes. La policía aseguró que los manifestantes les dispararon, incendiaron varios de sus vehículos y les lanzaron ladrillos.
Los abogados de la familia Brown, Benjamin Crump y Anthony Gray, dijeron en una conferencia de prensa que el proceso no fue justo, porque el fiscal del caso tenía un conflicto de interés y Wilson no fue examinado de forma apropiada. Afirmaron que debió nombrarse un fiscal especial.
«Este proceso está roto. Debería haber sido impugnado», comentó Crump.
El gobernador de Misuri, Jay Nixon, anunció una reunión con las fuerzas de seguridad y la ampliación del despliegue de la Fuerza Nacional para asegurar la protección de las personas y las propiedades en los próximos días.
«Violencia como la que vimos la pasada noche no puede repetirse», dijo Nixon en su cuenta de Twitter. Su oficina afirmó que «la Guardia está aportando seguridad en el Departamento de Policía de Ferguson, lo que permitirá que haya un número adicional de oficiales para proteger a la gente».
Aunque los canales de noticias emitieron las declaraciones en vivo de Obama pidiendo contención desde la Casa Blanca en una mitad de la pantalla, mostraban las escenas violentas de Ferguson en la otra parte.
«Va a pasar otra vez», dijo el residente James Hall, de 56 años, mientras pasaba frente a un edificio incendiado durante los desmanes ocurridos en Ferguson, una ciudad predominantemente negra, aunque la mayoría de su fuerza policial es blanca.
«Si le hubieran acusado de algo, esto no habría ocurrido en Ferguson», comentó.
Aunque no se informó de heridos graves, el jefe de policía del condado de St. Louis, Jon Belmar, dijo que los disturbios de la noche del lunes y la madrugada del martes fueron «mucho peores» que los generados justo después del incidente en agosto.
El olor a humo permanecía en el aire en un tramo de la West Florissant Avenue de Ferguson. La calle estaba cerrada por la policía, pero había pedazos de cristales rotos y montones de escombros acumulados frente a los pocos edificios que no pudieron ser protegidos a tiempo.
«Vemos que el sistema de justicia criminal ha escupido sobre la muerte de Michael Brown», dijo el reverendo Michael McBride, un activista de California.
«El presidente tiene ahora la oportunidad de ser realmente el guardián de mi hermano», afirmó McBride.
DOS CARAS DE LA TRAGEDIA
En la ciudad de St. Louis, donde hubo ventanas rotas y se cortó brevemente el tráfico en una importante autopista durante la noche, el jefe de policía Sam Dotson anunció que en la noche del martes habría una respuesta mayor.
Los colegios en Ferguson y las ciudades circundantes anunciaron que no abrirían sus puertas el martes, y las oficinas de la ciudad también estaban cerradas.
Wilson podría haber enfrentado cargos que van desde homicidio involuntario a asesinato en primer grado. La familia de Brown dijo a través de sus abogados que estaba «profundamente decepcionada» por la decisión del gran jurado.
El oficial de policía dio las gracias a las personas que le apoyan, asegurando que «su dedicación es impresionante» en una carta atribuida a él que fue publicada en una página de Facebook de sus adherentes.
Los abogados de Wilson, que recibió una licencia administrativa y se ha mantenido alejado del centro de atención desde el tiroteo, dijeron que el oficial estaba siguiendo su entrenamiento y la ley cuando disparó a Brown.
Wilson dijo al gran jurado que Brown intentó agarrar su pistola y sintió que su vida estaba en peligro cuando disparó, según documentos facilitados por los fiscales.
«Dije ‘Retrocede o te voy a disparar'», afirmó Wilson, según los documentos. «Agarró inmediatamente mi pistola y me dijo ‘Eres muy maricón para dispararme'», relató.
Agencia | DC