Como un superlativo ignorante en diplomacia o con toda mala fe, lo cierto es que Elías Jaua causó vergüenza internacional con su viajecito. Tomando en cuenta la agravante de haber sido canciller, el cargo más alto en la diplomacia, la conducta de Jaua constituye un acto hostil al Brasil, participando de paso en la comisión de un grave delito en su territorio. Por ello, el presidente Nicolás Maduro ha destituido de su cargo a Elías Jaua y ha ordenado una investigación conjunta entre las fiscalías de Brasil y Venezuela, que lo lleven a juicio y condena. Las palabras del presidente fueron estas:
“Nosotros los revolucionarios estamos en una nueva etapa hacia la revolución ética, de exigencia y autoexigencia, por eso no es posible aceptar que un ministro que se dice revolucionario, viaje a una nación amiga a sostener reuniones políticas con movimientos sociales del Brasil, para firmar acuerdos con esos movimientos, y no haberlo notificado al canciller del Brasil como era su deber legal. Esto constituye, sin lugar a dudas, un acto hostil al Brasil. En segundo lugar, con abuso de autoridad, Jaua cometió el delito de peculado de uso al valerse indebidamente de los bienes de la nación, como lo son los aviones de Pdvsa. Peor aún cuando nuestro comandante eterno Hugo Chavéz denunció precisamente las colas en los aviones de Pdvsa como práctica corrupta y nefasta de la cuarta república.
“En tercer lugar, Jaua participó como presunto autor intelectual o cómplice, en el delito de tráfico internacional de armas cometido en territorio brasileño, al ordenar o al menos no impedir que se introdujera un arma de fuego dentro de territorio del Brasil, con la asistencia de su empleada y dependiente, y que, como todos saben, el empleador es responsable por los actos de sus dependientes.
“En cuarto lugar, incurriendo en falso testimonio de funcionario público, Jaua mintió con descaro al gobierno del Brasil, al pueblo venezolano y a la comunidad internacional, al dar versiones públicas contradictorias sobre el motivo de su viaje, siendo un segundo acto de hostilidad hacia el Brasil, y una conducta antiética cargada de inmoralidad y vergüenza internacional a la revolución.
“Por estas razones, para que el mundo sepa que hablamos en serio, he decidido destituir de su cargo a Jaua y he ordenado una investigación conjunta con la fiscalía del Brasil para que se haga justicia ejemplar”.
Por el bien del país, que esta noticia se haga realidad y que Nicolás Maduro actúe en coherencia con su verbo.
DC | Mario Guillermo Massone / vía El Nacional
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