El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunciará hoy entre sus medidas ejecutivas sobre inmigración que su Gobierno dará prioridad a la deportación de quienes cruzaron la frontera ilegalmente este año, según adelantó la Casa Blanca.
Por mandato de Obama, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) elaborará una nueva guía de acción para que la política de deportaciones se centre en los criminales, personas con delitos vinculados a la seguridad nacional y aquellos que cruzaron la frontera desde el 1 de enero pasado.
Las acciones que está adoptando el presidente «aumentan las posibilidades de que cualquier persona que intente cruzar la frontera ilegalmente hoy sea capturada y expulsada», enfatizó la Casa Blanca.
Durante el Gobierno de Obama, las deportaciones han alcanzado niveles récord de unas 400.000 al año, lo que ha generado muchas críticas entre los activistas defensores de los inmigrantes.
Entre marzo y junio pasado, una oleada de menores no acompañados, procedentes en su mayoría de Honduras, Guatemala y El Salvador, creó una crisis en la frontera sur del país y obligó a la apertura de nuevos centros de detención y acogida de indocumentados.
Un total de 68.541 menores fueron detenidos cuando intentaban entrar en Estados Unidos entre el 1 de octubre de 2013 y el 30 de septiembre pasado, frente a los 38.759 del anterior año fiscal, según el informe de cierre del ejercicio de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP).
Tras la oleada entre marzo y junio, el flujo de menores comenzó a reducirse notablemente a partir de julio, en parte por las medidas adoptadas por los Gobiernos del presidente Obama y de sus homólogos centroamericanos.
Esos menores estarán dentro de las deportaciones consideradas ahora prioritarias, aunque la semana pasada el Gobierno anunció un programa para permitir a los niños de El Salvador, Guatemala y Honduras que tengan un familiar legal en Estados Unidos puedan solicitar refugio desde oficinas situadas en su país de origen.
Las acciones ejecutivas que Obama anunciará hoy también contemplan un plan para fortalecer la frontera sur, donde los recursos del DHS destinados a la seguridad están «en su mayor nivel» de la historia, de acuerdo con la Casa Blanca.
Además, se reemplazará el programa Comunidades Seguras, que permite a las autoridades verificar los antecedentes migratorios y delictivos de los extranjeros que son detenidos, por otra iniciativa centrada en procesos de expulsión de condenados por delitos penales.
EFE | DC