Desde la llegada de Jesse Chacón al Ministerio de Energía Eléctrica, con su primera promesa de renunciar al cargo si en los primeros 100 días no daba solución definitiva al problema de los apagones, hicimos el seguimiento a su gestión, seguros de que por la profundidad de la crisis del sistema y los graves problemas estructurales en la fases de generación, transmisión y distribución, esa oferta de compromiso del teniente-ingeniero, caería en la interminable y preocupante lista de ofertas engañosas y promesas incumplidas del régimen que ya lleva más de 15 años engañando y mintiéndole a los venezolanos.
Cuando Chacón se encamina a cumplir 1.000 días en el Ministerio, no había solucionado el delicado problema eléctrico y este se había agravado a niveles, dejando indignadas a la totalidad de las familias en toda la geografía nacional, porque además de los continuos apagones que ha multiplicado el cementerio de electrodomésticos, lo que este señor ha impuesto, con las mal llamadas bandas de consumo, es una brutal política de incremento desmedido y desproporcionado de las tarifas, que de agosto a octubre ha incrementado los recibos del vital servicio entre 300 y 500%, lo que significa que hay usuarios que tienen que cancelar hasta el monto del salario mínimo por concepto de consumo de electricidad en un mes.
El «socialismo del siglo XXI» y la mal conceptuada “revolución bolivariana” se jacta en decir que han «invertido» 50.000 millones de dólares en el sector eléctrico en estos tres lustros, pero las obras de construcción hidroeléctricas y termoeléctricas y el mantenimiento preventivo y correctivo de las ya existentes, no se ve por ninguna parte, la más importante obra hidroeléctrica construida en la democracia Guri, sigue trabajando a menos del 50% de su capacidad instalada, los especialistas y constructores del sistema al igual que los ciudadanos comunes, estamos convencidos que esos millardos verdes fueron a engrosar las arcas de la corrupción roja, porque con esa montaña de recursos era para actualizar, mantener, ampliar y optimizar el sistema eléctrico nacional, pero nada de eso ocurrió ni ocurrirá, porque la irresponsabilidad del teniente, ha llegado al extremo de afirmar y tratar de hacernos creer que se trata de un PROBLEMA CULTURAL, o sea que según el, los responsables del caos que vivimos los venezolanos todos los días con la prestación del servicio cuando ocurren los apagones somos nosotros mismos.
Frente a tamaña perversión y abuso oficial, no queda otra alternativa que organizarnos en todos los municipios y pueblos de Venezuela para rechazar la temeraria acusación del ministro, protestar con firmeza contra este nuevo abuso en marcha del régimen y exigir la inmediata renuncia de este pésimo funcionario público. Un país sin agua ni energía eléctrica está sentenciado a retroceder, empobrecerse y frenar cualquier posibilidad de desarrollo en el espacio y el tiempo.
DC / Lic. Pedro Segundo Blanco, Ex Parlamentario del Estado Sucre / Petersecond1@hotmail.com / @pedrosegundoABP