¿Por qué ahora suspende Santos la negociación?
A saber. El error fue avanzar en un diálogo sin exigir a los terroristas el cese de la actividad criminal. Y las FARC han aprovechado para crecer. Este secuestro es la puesta en evidencia de lo que ya pasaba en otra regiones de Colombia.
¿Ahora qué debe hacer Santos?
Nosotros exigimos garantía de que si se firman acuerdos con el terrorismo, los beneficios queden en reducción de penas. El Gobierno ha pedido ampliar el concepto de delito político para incluir el narcotráfico y el secuestro, para darles impunidad y elegibilidad política a sus responsables. La respuesta de las FARC ha sido el secuestro de civiles y soldados. Las FARC no consideran ilegítimo secuestrar a un militar…
Esto es una afrenta a la democracia colombiana que se deriva de la equivocada decisión del actual Gobierno de poner en el mismo nivel a los grupos terroristas y a las Fuerzas Armadas. Ellos alegan que si el ejército puede capturar un terrorista, entonces pueden ‘arrestar’, como ellos dicen, a un general de la República.
¿Este proceso de paz da la espalda a los siete millones que votaron a Zuluaga, el candidato uribista?
Nosotros no nos oponemos a la paz, que todos queremos. Cuestionamos el abandono de la seguridad, el reconocimiento del terrorismo como actor político, que se negocie con ellos la agenda de los colombianos.
Pero usted también tuvo su proceso de paz, ¿no es cierto?
Yo encontré más de 70 secuestrados. Y todos los esfuerzos que hicimos fueron siempre con condiciones. Para empezar, exigimos que hubiera un cese unilateral de las actividades criminales para que hubiera diálogo. En la Ley de Justicia, Paz y Reparación había reducción de sentencias, pero no impunidad. Y el país mejoraba en seguridad, en inversión y en política social.
O sea, que hay que negociar…
Han hecho creer que el Gobierno tiene controlado el terrorismo. Mienten: el terrorismo vuelve a controlar muchos territorios de Colombia. Han convencido al mundo de que debemos elegir entre guerra y diálogo. Santos traicionó su promesa de seguir nuestra política. De haberlo hecho, los jefes terroristas hoy estarían también en Cuba y Venezuela, pero no tendrían estructura para el crimen en Colombia. Pero el Gobierno Santos renunció a que este país estuviera hoy en paz.
Pero ganó las elecciones. El pueblo ha avalado sus políticas.
En estas elecciones, el Gobierno violó la ley de garantías electorales. La campaña de Santos y la del Estado en su favor gastaron de más. Con dinero público compraron favores electorales. También las FARC ordenaron fusil en mano votar a santos. Y la extrema izquierda lo apoyó porque lo consideran un idiota útil para llegar al Gobierno en 2018.
¿Ve bien el papel de España?
Si en España se derrotó al terrorismo sin negociar, ¿por qué apoya lo que Santos pretende en Colombia? Deberían advertirle del riesgo que eso supone para la democracia.
DC | Alberto Prieto / El Mundo de España
Foto: REUTERS