El operativo de electrodomésticos del programa Mi Casa Bien Equipada comenzó ayer, en los Abastos Bicentenarios de Plaza Venezuela y Terrazas del Ávila, en Caracas, donde se generaron largas colas de personas que esperaban poder comprar artículos de línea blanca y marrón.
Aunque permanecieron en los alrededores de esos comercios desde la madrugada, el operativo no era para vender electrodomésticos sino un registro en el cual las personas manifestaban qué productos desean comprar y, previa evaluación, los responsables del programa gubernamental les informarán cuáles de esos artículos pueden adquirir, donde deben acudir para pagar y luego para retirarlos.
Las ventas están limitadas. Quienes ya han comprado electrodomésticos a través del programa Mi Casa Bien Equipada, no podrán comprar los mismos productos que adquirieron en el pasado. Es decir, si una persona compró una nevera en esta oportunidad no podrá adquirir una nueva, sino que deberá optar por otros productos, si la gerencia le autoriza la venta.
Una vez analizado el caso, los representantes de venta del programa contactan por teléfono a los beneficiados.
En la entrada del local de mi Casa Bien Equipada, ubicado en el edificio del Gran Abasto Bicentenario de Plaza Venezuela, estaban exhibidos cinco productos: una nevera pequeña cuyo precio es Bs 10.200; una de dos puertas en Bs 11.700; una lavadora en Bs 5.200 y una cocina de cuatro hornillas en Bs 6.150.
Las personas se quejaron de la organización del operativo y rechazaron la metodología a través de la cual venderán los artículos de línea blanca.
Para ingresar al lugar retiraban las cédulas de identidad de las primeras 50 personas en las filas, y luego las iban pasando en grupos.
«No sabemos qué hay ni cuánto cuesta. Estamos en esta cola desde la madrugada esperando que nos dejen entrar, pero ni eso nos dejan», expresó un hombre que esperaba en la fila con el número 525 marcado en el brazo.
En el paseo Los Próceres no hubo operativo de venta de electrodomésticos, pero a las 2 de la tarde fue inaugurada la feria de alimentos, a través de la cual se venderán a precios subsidiados los ingredientes para preparar las hallacas. La cola comenzó a formarse antes de las 5 de la mañana.
El Universal | DC