1. Hora del despertador si entras a las 9.
Si trabajas en una oficina: 7:30.
Si trabajas en casa: 8:57.
2. Te duchas…
Si trabajas en una oficina: de manera rutinaria, siempre a la misma hora.
Si trabajas en casa: solo cuando planeas interactuar con otro ser humano.
3. Cuando te vistes debes pensar en…
Si trabajas en una oficina: qué tiempo hace, qué pantalones están limpios, qué camisa está planchada, qué jersey te pusiste ayer, qué calcetines combinan con los zapatos.
Si trabajas en casa: acumular capas en inverno, desprenderte de ellas en verano.
4. El transporte implica…
Si trabajas en una oficina: meterse a empujones en un vagón atestado de gente mientras te preguntas qué estás haciendo con tu vida.
Si trabajas en casa: arrastras tus zapatillas a lo largo de los 10 metros que separan tu cama de la silla.
5. Tus padres suelen preguntarte…
Si trabajas en una oficina: ¿Cuándo te subirán el sueldo?
Si trabajas en casa: ¿Cuándo encontrarás un trabajo de verdad?
6. Cuando te da un apretón…
Si trabajas en una oficina: tienes que rezar para que no haya nadie en el lavabo, asegurarte de que hay el papel suficiente, lidiar con los golpes en la puerta y las conversaciones que impiden concentrarte, intentar hacer el menor ruido posible y luego pasarte 10 minutos intentando eliminar el rastro olfativo.
Si trabajas en casa: pues nada, vas al lavabo y ya.
7. Cuando tienes hambre…
Si trabajas en una oficina: miras si alguien ha traído algo, preguntas si alguien va a bajar a la calle, examinas ese paquete de galletas que está ahí desde que llegaste… y, al final, ya casi es la hora de comer.
Si trabajas en casa: te levantas y vas a la nevera. Demasiadas veces.
8. Cuando intentas hacer dieta…
Si trabajas en una oficina: siempre es el cumpleaños de alguien que trae cupcakes.
Si trabajas en una casa: siempre ha sobrado un trozo de pizza dispuesto a ser engullido completamente a deshoras.
9. Tu alimentación consiste en…
Si trabajas en una oficina: comer prácticamente cada día lo mismo para no tener que pensar qué demonios pones en el tupper.
Si trabajas en casa: comer prácticamente cada día lo mismo, pero al menos hacerlo en un plato de verdad.
10. Tus vecinos.
Si trabajas en una oficina: te lanzan miradas de complicidad por la mañana.
Si trabajas en casa: te lanzan miradas juiciosas porque creen que eres un vago que se pasa el día viendo series en el sofá.
11. Gchat sirve para…
Si trabajas en una oficina: hacer bromas sobre otro trabajador sin que se entere.
Si trabajas en casa: demostrar que, en efecto, estás trabajando.
12. Cuando intentas concentrarte…
Si trabajas en una oficina: siempre hay alguien que habla demasiado fuerte.
Si trabajas en una casa: siempre hay alguien que llama a la puerta para venderte algo.
13. Un día productivo significa…
Si trabajas en una oficina: liquidar todos los mails sin mirar Facebook ni una sola vez.
Si trabajas en casa: haberte quitado el pijama antes de la hora de comer.
14. A medida que pasa la semana…
Si trabajas en una oficina: deseas que llegue el viernes para poder dejar de responder preguntas que no te apetece contestar.
Si trabajas en una casa: deseas que llegue el viernes para poder quedar con alguien y dejar de hablar solo.
15. Esperar un paquete…
Si trabajas en una oficina: es una tortura porque tienes que hacer malabarismos para cuadrar tus horarios con los de la entrega.
Si trabajas en una casa: es una tortura porque sabes que el repartidor llamará justo en el momento en el que te estás duchando.
16. El gimnasio.
Si trabajas en una oficina: o madrugas muchísimo o te comes las aglomeraciones de las 8 de la tarde.
Si trabajas en una casa: te conviertes en una de esas personas que tiene el privilegio de ir al mediodía.
17. Tus amigos.
Si trabajas en una oficina: no empiezan a llamarte hasta las seis.
Si trabajas en casa: creen que trabajar en casa significa estar disponible para todo en cualquier momento.
18. Las tarjetas de transporte público.
Si trabajas en una oficina: son una de las principales causas de tu precariedad económica.
Si trabajas en casa: cada vez que tienes que comprar una pierdes 10 minutos porque no recuerdas cómo funcionaba.
19. Cuando hace frío.
Si trabajas en una oficina: la calefacción no funciona o está demasiado fuerte. En todo caso, acabas resfriado.
Si trabajas en casa: te basta con envolverte en mantas.
20. Las reuniones.
Si trabajas en una oficina: son una pérdida de tiempo.
Si trabajas en casa: son una pérdida de tiempo… por Skype.
21. Cuando quieres escuchar música
Si trabajas en una oficina: escoges lo más selecto de tu librería no vaya a ser que a alguien le dé por pedirte que lo pongas en alto.
Si trabajas en casa: acabas cantando en voz alta esa canción de Miley Cyrus que amas en secreto.
22. Paras de trabajar…
Si trabajas en una oficina: aproximadamente 2 minutos y medio después de que se vaya el jefe.
Si trabajas en casa: aproximadamente 2 horas y media después de lo que tenías previsto.
23. Llegar a casa y dejarte caer en el sofá.
Si trabajas en una oficina: es uno de los mayores placeres diarios.
Si trabajas en casa: no tiene ninguna gracia.
24. Tu rutina de sueño.
Si trabajas en una oficina: “Son las 12, voy a leer un po…zzzzz”.
Si trabajas en casa: “Son las 2 de la mañana, un último capítulo antes de meterme en la cama”.
25. En resumen…
Si trabajas en una oficina: sueñas con poder trabajar desde casa.
Si trabajas en casa: echas de menos trabajar en una oficina.
DC | @diariocontraste
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