Un día en la oficina para el Madrid en el Bernabéu, que cerró la fase de grupos con seis victorias en seis partidos y eleva su racha de partidos ganados a 19. Ancelotti rotó y todo favoreció sus planes, sobre todo un flojísimo Ludogorets que, además, jugó 70 minutos en inferioridad por la expulsión de Marcelinho en la jugada del 1-0. A partir de ahí, coser y cantar para los blancos.
Pocas noches tan plácidas como la de este martes ha vivido el Bernabéu. Todo contribuyó a la goleada de los blancos, empezando por una alineación que, pese a las rotaciones, incluyó a Ronaldo, Bale e incluso Toni Kroos. El alemán, que ya se ha quejado de la sobrecarga de partidos, jugó 60 minutos. Ancelotti movió toda la defensa titular, pero, ante las bajas, quiso atar el centro del campo con su ‘regista’. Sin embargo, la noche fue de Illarramendi. Probablemente, su mejor partido de blanco, aunque la fiabilidad del Ludogorets como unidad de medida sea cuando menos dudosa. Pero el vasco estuvo tan aseado como es habitual y más atrevido de lo que suele. Fue, por fin, un futbolista vertical, y conectó con notable acierto con los delanteros de su equipo.
Hablábamos de Cristiano y Bale. Garantía de gol en este equipo. Ronaldo, otra vez, de penalti, esta vez indiscutible, por manos de Marcelinho, que dejó a su equipo con diez más de tres cuartos de partido. La pena máxima llegó tras un córner, como el segundo y el tercer gol blancos. La debilidad del Ludogorets en la defensa de las jugadas de estrategia fue sangrante. Cada balón aéreo anticipaba un festín de las torres blancas. Como Bale, que firmó el segundo tras otro saque de esquina. Se fue con un gol el galés, pero pudo llevarse el balón a casa. Estuvo impreciso en la indefinición y fue de menos a más, mejor en el primer tiempo que en el segundo. Pero nunca se escondió. Puede estar más o menos acertado, pero siempre lo intenta. A Cristiano se le vio menos. Seguro que ambos echaron de menos la conexión con Benzema, mucho más fluida que la existente con un Chicharito que se fue frustrado: sin gol en una noche fácil y con escaso peso en el ataque madridista.
Asegurada la victoria, Ancelotti dio entrada a Jesé y Marcelo y el Madrid se estructuró en un 4-2-4, con Isco e Illarra en el medio. Bastaba para sujetar a un Ludogorets con evidentes carencias a la hora de sacar el balón en posicional. Voló otro balón y Arbeloa cazó el tercero, premio a su arrojo ofensivo en el segundo tiempo. El larguero se cruzó en su doblete. Para completar la noche apareció Medrán, que firmó el cuarto en un remate que se envenenó tras tocar en un defensor búlgaro. Stojanov encajaba el cuarto mientras que, a 100 metros de distancia, Keylor Navas dejaba su expediente inmaculado tras algunas intervenciones de mérito en las contadas contras búlgaras. Aunque ese debate parece ya superado en el Bernabéu. Un estadio que, mecido en su nube de victorias, ha declarado el estado de tranquilidad.
Resultados de hoy.
Juventus – Atlético 0-0
Olympiacos – Malmoe 4-2
Liverpool – Basilea 1-1
Mónaco – Zenit 2-0
Benfica – B. Leverkusen 0-0
Galatasaray – Arsenal 1-4
Dortmund – Anderlecht 1-1
Marca | DC