El director ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes y Distribuidores de Electrodomésticos (Anafade), Edgar Berrios, señaló en el Noticias Globovisión Economía que 2012 fue el último año bueno para el sector, cuando lograron comercializar ocho millones de productos y se les adjudicaron 1.420 millones de dólares. En 2013 hubo una merma importante, ya que recibieron 720 millones de dólares, mientras que este año por Sicad I les otorgaron 323 millones de dólares, lo que representó una reducción de 55,13%.
También, afirmó que actualmente la situación del sector es complicada, ya que este es un gremio que depende en gran parte de la disponibilidad de divisas, y como no hay suficiente producción en el país para suplir la demanda, la importación es importante.
El representante de esta organización explicó que a raíz del “efecto Dakazo” se consumió buena parte del inventario que tenían los proveedores de estos bienes. Para él, esto trajo como consecuencia la escasez que se ha observado a lo largo del año, a pesar de que este 2014 se han han hecho tres subastas de divisas para el sector electrodoméstico.
Comentó que los aparatos de aire acondicionado son los que más se comercializan en el país, y de estos bienes han tenido un desabastecimiento cerca a 90%. Asimismo, enfatizó que la disminución de productos alcanza 70% este año.
Berrios aseguró que la generación de empleos de este sector ha reducido sustancialmente durante este año, en comparación con el 2012 cuando se registraron entre 16 y 15 mil puestos de trabajos.
Deuda con proveedores
El presidente de Anafade aseveró que la deuda con los proveedores internacionales de los últimos tres años es de 200 millones de dólares.
“No hemos recibido ninguno tipo de convocatoria para recibir la liquidación del 30% del pago de la deuda, estamos pendiente con ese tema. Una manera de estabilizar el mercado sería empezar a pagar las deudas”.
Alertó que si no se empieza a saldar estos compromisos, va a haber un momento en que no se puedan importar más productos.
DC | Globovisión