Un sacerdote católico que había sido secuestrado el domingo en el estado de Guerrero, en el sur de México, fue hallado muerto con un tiro de gracia, informaron este viernes fuentes eclesiásticas.
La diócesis de Ciudad Altamirano, que calificó de “aberrante” el asesinato, indicó en un comunicado que el cuerpo de Gregorio López Gorostieta será trasladado a su parroquia en Nanchititla. Según el Centro Católico Multimedial, el cuerpo sin vida del sacerdote fue localizado el jueves en un paraje cerca de Ciudad Altamirano.
El sacerdote, a quien se conocía como el padre Goyo, había sido secuestrado el 21 de diciembre por personas armadas que ingresaron al seminario de Ciudad Altamirano, adonde había llegado para oficiar varias misas y participar en una ceremonia navideña.
El obispado de Ciudad Altamirano hizo un llamado “a todas las autoridades federales, estatales y municipales para que se aclaren los hechos y se haga justicia de la muerte de tantos hermanos y hermanas en el estado de Guerrero”.
Al denunciar el jueves el secuestro, la Conferencia del Episcopado Mexicano señaló que personas ajenas al seminario estuvieron revisando el domingo esas instalaciones y que el lunes se produjo un hecho similar. El Centro Católico Multimedial calificó como “fatídico” 2014 para la diócesis de Guerrero por el asesinato de tres sacerdotes.
Guerrero es el estado donde hace tres meses desaparecieron 43 alumnos de una escuela rural para maestros a manos de policías corruptos y el cártel Guerreros Unidos. De acuerdo con tres integrantes del cártel detenidos, los jóvenes fueron asesinados y sus cadáveres incinerados para borrar su rastro, una versión que los padres de las víctimas no creen, por lo que continúan en la búsqueda de los estudiantes.
DC / EFE