Los reiterados cuestionamientos a la Ley de Presupuesto 2015 no fueron impedimento para que la Asamblea Nacional la aprobara el martes pasado y el presidente Nicolás Maduro la promulgara el miércoles.
El monto total para el próximo año, 741,7 millardos de bolívares, está muy por debajo de lo que se ha gastado este año, cuando lo presupuestado y los créditos adicionales suman 1,12 billones de bolívares. El dinero extra aprobado es de 569,11 millardos de bolívares, monto que casi iguala a lo indicado en el presupuesto de este año: 552,63 millardos.
2014 fue un año deficitario y 2015 será igual. De hecho el presupuesto para el año que viene señala que los gastos serán mayores que los ingresos y se calcula que el déficit fiscal será de 3%, aun cuando hay una proyección extraoficial de 25%, dijo el economista Luis Oliveros.
Agregó que el agravante es que el precio del petróleo está por debajo de lo calculado –60 dólares–, lo que compromete el financiamiento vía créditos adicionales. El aporte del crudo al presupuesto es menor este año, como lo señaló el presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea, Ricardo Sanguino, pero los créditos se alimentaban entre otras cosas del excedente.
Mercedes De Freitas, directora ejecutiva de la ONG Transparencia Venezuela, coincide con Oliveros sobre las deficiencias del presupuesto para el próximo año. Los 741,7 millardos de bolívares calculados alcanzarán solo para que el país funcione en el primer cuatrimestre del año y los gastos no se van a reducir, menos aun por tratarse de un año electoral, refirió.
Metas incumplidas. Las proyecciones de crecimiento del producto interno bruto y de inflación que ha realizado el gobierno en los presupuestos de los últimos años se han quedado cortas en los resultados al cierre del ejercicio fiscal.
Solo en 2012 la inflación coincidió con lo previsto, pero en 2014 la inflación proyectada fue superada en el primer semestre, hasta agosto la acumulada era de 39% y lo previsto era 28% máximo.
La proyección de la inflación para 2015 de hasta 30% también parece estar lejos de cumplirse. “Con un menor ingreso petrolero, el financiamiento será del Banco Central de Venezuela imprimiendo más dinero y acelerando la inflación”, expresó Oliveros.
Economistas han alertado que el próximo año la inflación alcanzará tres dígitos y rondará 110% en el mejor de los escenarios.
A puerta cerrada. La caída en el precio del petróleo llevó al presidente a ordenar la disminución de 20% en gastos suntuarios. El mandatario también anunció que revisaría un nuevo instrumento cambiario, pero las declaraciones no provocaron una modificación en el presupuesto.
“Se va a ajustar a puerta cerrada. Lo que estamos viendo es mayor opacidad y la opacidad solo se traduce en corrupción, se van a hacer cambios en un documento que no será revisado por el Poder Legislativo y sin supervisión del dinero cualquier funcionario se corrompe”, afirmó De Freitas.
DC – EN
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