No piensen amigos lectores que perdí el juicio o salté al lado oscuro. Nada de eso. Sólo los invito a realizar un ejercicio imaginario en el cual detallemos qué pasaría en Venezuela en un año 2015 ideal, con un gobierno sensato, una democracia funcional, una economía sana y con una realidad social menos adversa que la actual.
Comencemos con la economía. Si en Venezuela tuviéramos un gobierno racional y serio la economía venezolana estuviera sana si tomamos en cuenta todas las potencialidades que tenemos. Somos ricos en recursos naturales más allá del petróleo que tanto nos ha dado y que pudiera dar más, si estuviera siendo manejado con verdaderos criterios gerenciales, como se hizo en la antigua PDVSA.
Si imperara la sensatez y la seriedad, el 2015 en materia económica sería de crecimiento por encima de los indicadores de otros países latinoamericanos menos favorecidos que el nuestro. Ese crecimiento se visualizaría en el auge comercial, industrial, agroindustrial y por supuesto a través de la generación de empleo suficiente.
Estaríamos siendo el mejor ejemplo de un país que supo manejar adecuadamente su economía, lo que por supuesto nos alejaría de la crisis y de la imperiosa necesidad de tomar costosas y dolorosas medidas de ajuste para corregir graves distorsiones que se presentan. Seríamos un caso a estudiar en las grandes universidades del mundo por lo que se pudo hacer y se hizo.
En ese escenario la escasez sería un mal recuerdo, porque un gobierno serio protege y promueve la inversión privada, lo que se traduciría en zonas industriales y complejos agroindustriales boyantes y el aparato productivo nacional recuperaría la vitalidad que tuvo en la satanizada IV República, que por lejos es mejor que este desbarajuste actual.
Con una economía sana la generación de empleo productivo sería suficiente para reducir al mínimo el desempleo en el país, lo que se traduciría en una adecuada calidad de vida para los venezolanos, menos pobreza y mayor desarrollo humano sustentado en el trabajo y no en las dádivas.
Si la economía está sana, la realidad social sería mucho más agradable porque a mayor cantidad y calidad de empleos para el pueblo, menos inclinaciones hacia el delito existen. Se evidenciaría un interés hacia la educación en los hijos y así se reduciría la cantidad de venezolanos que caen en el crimen o caen a manos del crimen.
Si todo fuera así, Venezuela en el 2015 no estaría entre los países con mayor índice de violencia y tendríamos estadísticas de delitos que serían la envidia de otras naciones. La paz sería de nuevo el común en nuestras ciudades. La tolerancia y el respeto regresarían.
Tendríamos una sociedad llena de esperanza, con fe en el presente y la mirada fija en el futuro. Tendríamos los aeropuertos llenos, pero de los venezolanos que regresan porque ahora si creen que Venezuela les puede dar todo. Seríamos de nuevo receptores de extranjeros capacitados que nos ven como una nación ejemplar para trabajar y crecer.
Ahora bien, todos esos positivos resultados serían una realidad si el sistema político funcionara verdaderamente. Si la democracia fuera realmente democracia. Si en Venezuela se respetará la pluralidad y la diversidad. Si los poderes públicos cumplieran con sus competencias de impartir justicia imparcial, de realizar procesos electorales limpios, de controlar la administración pública y si se defendiera realmente al pueblo.
Una democracia donde en cada período electoral los candidatos pudieran competir en igualdad de condiciones, existiese realmente la posibilidad de la alternabilidad y el poder estuviera realmente en manos del pueblo. Que la gente votara sin chantajes, presiones o persecuciones.
Yo no pierdo la esperanza que todo esto y mucho más sea una realidad en Venezuela. Nunca perdamos la fe. Este es nuestro país y estamos a tiempo de recuperarlo, reconstruirlo y corregirlo. Actívate y participa porque vale la pena luchar por la patria.
Feliz Navidad y un venturoso año 2015 para todos los venezolanos.
DC / Pablo Pérez Ex Gobernador del Zulia / @PabloPerezOf