Venezuela denunció este martes ante el Mercado Común del Sur (Mercosur) lo que las autoridades del país denominan «nuevas intenciones intervencionistas del gobierno de Estados Unidos en los asuntos internos», tras la aprobación del Senado estadounidense de un anteproyecto de ley para sancionar a funcionarios venezolanos, mediante la suspensión de visas y congelación de activos en territorio estadounidense.
La información la dio a conocer el canciller de la República, Rafael Ramírez, desde Argentina, luego de una reunión de cancilleres del bloque regional previa a la Cumbre Presidencial del miércoles.
«Venezuela denunció la injerencia de Estados Unidos en nuestros asuntos internos a través de la aprobación por parte del Congreso norteamericano de un conjunto de sanciones contra nuestro país y pueblo que no vamos a aceptar», dijo en declaraciones a la prensa.
El Senado estadounidense anunció la semana pasada la aprobación del anteproyecto de ley que busca imponer sanciones a funcionarios venezolanos por presuntas faltas a los Derechos Humanos.
Apuntó que desde la región se generará una serie de documentos «en rechazo a la injerencia de Estados Unidos, que está en una dinámica de agresión desbordada».
«Ha llegado el momento de decirle basta a Estados Unidos, un país que tiene una doble moral, que justamente se enuncia en su propio organismo el ejercicio de la tortura como una práctica cotidiana, un país que se abroga el derecho de bombardear e intervenir donde le da la gana», expresó el canciller.
Por otro lado, Ramírez anunció que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, se referirá en el Mercosur sobre las medidas que asumirá en el país para combatir la guerra económica, emprendida por factores internos y externos.
Señaló que el gobierno mantendrá la política social integral iniciada por el presidente Hugo Chávez en 1999.
«No permitiremos que se afecten nuestros planes de desarrollo social», puntualizó.
DC | AVN