Sacerdotes de la santería cubana dijeron que 2015 encuentra el camino despejado para llevar a cabo el diálogo y el acercamiento entre pueblos y naciones, en particular entre Cuba y Estados Unidos, al tiempo que alertaron sobre los peligros de epidemias, conflictos, desequilibrio ecológico y pérdidas de líderes religiosos o políticos.
«El conocimiento que tuvo la población cubana y el mundo el 17 de diciembre en relación con la reanudación de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos de manera indiscutible abre un paréntesis de esperanza para todo el mundo», dijo Lázaro Cuesta, uno de los fundadores de la Comisión de la Letra del Año de 10 de Octubre.
Según Cuevas, los pueblos de Cuba y de Estados Unidos, «siempre fuimos hermanos… vecinos… siempre nos ayudamos, por lo tanto si recuperamos esta posición van a tener ventajas y los hermanos cubanos que están allá van a evitar ser víctimas de las murallas que nos separaron hasta ayer, esas murallas se derrumbaron para crear un puente».
Los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron en discursos simultáneos el 17 de diciembre que Cuba y Estados Unidos han iniciado el proceso de normalización en las relaciones entre los dos países.
Los babalawos o líderes religiosos de la Comisión de la Letra, que es una suerte de oráculo para los 12 meses que vendrán, dijeron el sábado a periodistas que el signo para 2015 será Baba Eyiogbe y las deidades regentes Ochún, que representa las aguas dulces, la sensualidad, la coquetería, la sexualidad femenina, el amor, la fertilidad y Obatalá, la deidad pura por excelencia, dueño de todo lo blanco, de la cabeza, de los pensamientos y de los sueños.
La llamada Letra lanzó además una advertencia para «tener una atención esmerada con los ancianos» y advierte de la posibilidad de «pérdidas de líderes religiosos… políticos y mayores en sentido general», ambos temas sensibles en Cuba donde sus principales líderes tienen alrededor de 80 años.
A partir de la Letra surgieron diversas advertencias como conflictos interpersonales, posibles brotes epidémicos, conflictos entre naciones que pueden generar guerras, trastornos en la armonía familiar, desequilibrio ecológico y posibles penetraciones del mar.
Varias organizaciones o grupos se disputan la Letra del Año y sus pronósticos, algo muy esperado en Cuba, una isla en la que la santería nació como un sincretismo entre la religión católica de los colonizadores españoles y las tradiciones de los esclavos africanos.
La Comisión, que representa a unos mil babalawos, no tiene vínculos con el gobierno y suele alegar que no cuenta con apoyo oficial, como la Asociación Yoruba, que trabaja con el auspicio del Estado cubano. La diferencia también se extiende al ritual en que los babalawos de ambos grupos dan lectura a las profecías.
En los últimos años y al calor de una mayor apertura religiosa, los medios de prensa cubano también han estado difundiendo no sólo la Letra de la Asociación Yoruba, sino también la de la Comisión.
Para la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, el signo en 2015 es Otura-sa: la profecía es «un bien de salud con firmeza» y las deidades son Yemayá, la reina del mar y del amor, y Obatalá. Entre las recomendaciones expresadas destacan «evitar las indisciplinas sociales… los vicios», cuidarse de «traiciones» y «nunca olvidarse de donde uno proviene». Además, «debe primar el respeto en toda relación» y «tener mucho cuido en delegar nuestra responsabilidad».
DC | AP