El ministro de Hacienda brasileño, Joaquim Levy, anunció hoy un paquete de impuestos indirectos con el fin de equilibrar las cuentas públicas del país suramericano y aumentar la confianza en la economía.
Levy informó en una rueda de prensa sobre un aumento de tributos en los combustibles, en los productos importados y en las operaciones de créditos con los que pretende recaudar alrededor de 20.000 millones de reales (alrededor de 7.782 millones de dólares) en 2015.
Una de las medidas es el incremento del impuesto para la financiación de la seguridad social (Cofins), los proyectos de integración social (Pis) y de la Contribución de Intervención del Dominio Económico (Cide) sobre el precio de la gasolina y el diesel.
De acuerdo con Levy, a partir del 1 de febrero la gasolina sufrirá en las refinerías un aumento de 0,22 reales por litro (unos 0,08 dólares) y el diesel de 0,15 reales por litro (unos 0,05 dólares), aunque precisó que el alza no significa que el precio del combustible suba para el consumidor, ya que esa competencia responde a la estatal Petrobras.
El titular de Hacienda también anunció la elevación de la alícuota del Impuesto sobre las Operaciones Financieras (IOF), que pasará del 1,5 % al 3 % al año, un valor que será añadido al 0,38 % que incide en la apertura de las operaciones de crédito.
El Gobierno informó asimismo del aumento del impuesto para la financiación del Cofins y del Pis sobre los productos importados, cuya alícuota subirá de 9,25 % a 11,75 %, así como una equiparación de tributos en el sector de los cosméticos.
Levy, quien ya había adelantado que el aumento de impuestos llegaría al plan de ajuste, informó que con este aumento de tributos el Gobierno pretende alcanzar el superávit primario de 1,2 % del PIB fijado para 2015.
DC | EFE