El inicio de las conversaciones para reparar 50 años de relaciones rotas parece haber dejado al gobierno del presidente Raúl Castro enfocado en arrancar concesiones adicionales sin ceder a las exigencias estadounidenses de más libertades, a pesar de los beneficios aparentes que unas mejores relaciones bilaterales podrían tener para la golpeada economía del país caribeño.
Después de comenzar la semana pasada las conversaciones de más alto nivel en varias décadas entre ambas naciones, los funcionarios cubanos se mantuvieron firmes en rechazar reformas importantes que Estados Unidos promueve como parte del sorpresivo intento del presidente Barack Obama para restablecer lazos y reconstruir las relaciones económicas con la nación de gobierno comunista.
En unos amplios y abiertos intercambios con la prensa que cubrió las conversaciones, los diplomáticos cubanos dejaron claro sus objetivos.
«Cuba ha dicho muy claramente que no se puede pretender que para mejorar las relaciones con Estados Unidos y normalizarlas, Cuba tenga que renunciar a los principios en los que cree», explicó Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos de la cancillería cubana. «Los cambios en Cuba no son negociables», agregó Vidal en entrevista con The Associated Press después de finalizar las primeras conversaciones.
Vidal explicó que ante las medidas de flexibilización del embargo anunciadas el 16 de enero por Obama, las autoridades cubanas van a preparar una serie de preguntas a su contraparte.
«Vamos a hacer una lista de preguntas, porque es muy difícil de una simple lectura tener una idea exacta del alcance, de qué se va a permitir o qué no va a ser posible», dijo Vidal. Recalcó que un grupo de expertos se encargará de eso.
Entre las preguntas cubanas, Vidal destacó por ejemplo la de si «se va a permitir a Cuba acceso a créditos» o «si se va a permitir que Cuba use el dólar estadounidense en otras transacciones, no solamente en una transacción bilateral Cuba-Estados Unidos».
En fin, concluyó Vidal, «va a requerir un proceso de aclaraciones sucesivas para saber realmente en qué estamos y qué posibilidades va a abrir».
Por otra parte, Obama también anunció que su gobierno revisará la inclusión de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo en tanto también hizo mención a poner fin al embargo que Washington sostiene contra la isla desde hace más de cinco décadas.
«Cuba ha dicho que sería difícil concebir un restablecimiento de relaciones mientras Cuba permanezca en la lista de estados patrocinadores del terrorismo internacional», subrayó Vidal. En tanto, agregó, «no puede haber normalización de las relaciones si no se elimina y no se levanta el bloqueo a Cuba».
Para la funcionaria cubana, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas anunciado por Obama y Castro «va a ser un primer paso importante, pero solo el primer paso» hacia la normalización.
Vidal explicó que la parte estadounidense solicitó una revisión de la libertad de movimiento de sus diplomáticos en la isla.
«No lo hemos presentado como una condición, no hemos usado esa palabra, pero sí hemos dicho que la consideración por parte de Cuba de la libertad de movimiento está asociada a un cambio en el comportamiento» de los funcionarios estadounidenses en la isla, precisó la funcionaria cubana.
Vidal recordó que el presidente Ronald Reagan (1981-1989) fue quien «dispuso aplicar restricciones a los movimientos de los diplomáticos cubanos en Washington» y agregó que los cubanos «aplicamos reciprocidad».
Para Cuba, los diplomáticos estadounidenses «al moverse libremente por nuestro país… (deberán ser) cuidadosos de no realizar actividades que puedan considerarse por Cuba como una injerencia en los asuntos internos de nuestro país. Eso mismo hacemos nosotros en Washington», manifestó Vidal.
En tanto, sobre el posible reclamo de extradición por el gobierno de Estados Unidos de estadounidenses que se refugiaron en Cuba, como es el caso de Joanne Chesimard, activista del Partido Pantera Negra y ahora conocida como Assata Shakur, condenada a cadena perpetua por la justicia de Estados Unidos y quien vive como asilada política en la isla.
«Hace unos años Cuba decidió acoger a un grupo de personas luchadores por los derechos civiles en los Estados Unidos, a los que nuestro gobierno legítimamente les dio asilo político».
La prensa oficial cubana, toda de corte estatal, dio una cobertura muy amplia de las conversaciones entre Cuba y Estados Unidos.
De forma inusual, la teleaudiencia cubana pudo ver cómo Vidal respondió a periodistas de Estados Unidos sobre derechos humanos, en una rueda de prensa transmitida íntegramente. En tanto, vieron a Roberta Jacobson, funcionaria del gobierno de Obama, hablando con reporteros de medios cubanos, extranjeros e independientes.
«Hemos visto muchísimo, pero muchísimo más de lo que estamos acostumbrado a ver sobre temas muy sensibles en nuestro país» exclamó Diego Ferrer, jubilado de 68 años.
«Me hubiera gustado que lo pusieran todo en vivo», comentó Jesus Rivero. Este jubilado de 68 años estaba sentado en un parque de La Habana vieja, leyendo el diario oficial Granma.
«Que Granma reporte la conferencia de prensa (de Jacobson) organizada en la residencia del jefe de la Sección de Intereses en La Habana», afirmó Rivero, «es algo bueno, aunque creo que debería explicar mucho mejor para que todo el pueblo entienda bien lo que está pasando».
DC – AP
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