Esa máquina de lanzar plagas para azotar a los maracaiberos que es la Alcaldía de Maracaibo acaba de anunciar otro aumento del pasaje del transporte público.
En rueda de prensa la presidenta del IMTCUMA y los presidentes de algunos sindicatos, informaron del acuerdo entre ellos para aumentar el pasaje. Todos los años se repite esta historia, tanto para definir la tarifa como los bonos navideños que se dan los transportistas y que terminan siempre sumados al aumento a partir del 1ero de enero. No hubo, no existe, por cierto, instancia alguna parecida a un comité de usuarios que represente a los maracaiberos de a pié en dichas reuniones y que padecen el servicio que nos martiriza a diario. Más allá de las razones de costo que pudieran existir, siempre hemos dicho que hay que revisar las condiciones vergonzosas del servicio.
Sabemos de la existencia de este IMTCUMA cuando informan que han decidido aumentar los pasajes. Mientras tanto el desorden vial en la ciudad, el corte de las rutas (la gente paga tres pasajes), el caos en los desplazamientos de los ciudadanos, los accidentes y choques repetidos todos los días y en los mismos sitios, el irrespeto al usuario, la incomodidad que padecen los arreados en muchas de las unidades de transporte, el inclemente sol que sufren para tomar un carrito o autobús, para ir y venir a sus sitios de trabajo o de otra índole es desesperante. Por no hablar de la lacerante humillación que se infringe a los maracaiberos al embarcarse, por ejemplo en una ruta seis o ruta dos. Sumemos a esto la arbitraria forma de conducir de los particulares, también descontrolados, las descaradas infracciones a las normas de tránsito ya culturalmente aceptadas al punto que el que las conserva pasa por raro. La inexistencia de una cultura vial y de movilidad urbana es parte del problema. ¿Cuantos maracaiberos no han sido arrollados o han quedado lesionados, heridos o lisiados, por el imprudente que se tragó el semáforo o el que venía hablando por el celular? ¿Cuantos maracaiberos no han sido víctimas del caos vial en el que la Alcaldía y el IMTCUMA han sumido a la ciudad? O, por ejemplo, las personas con discapacidad están condenados a no salir de sus casas porque si esto pasa con la mayoría quien le da paso al físicamente limitado.
Igual a como pasa con el IMAU y la basura, el IMTCUMA es parte fundamental del problema. Está colapsado, es inoperante, no atiende a la realidad de la ciudad, o solo se mal ocupa de una parte ínfima, por ejemplo, cobrar la tasa en ese lodazal en que han convertido al terminal de pasajeros. La primera acción debería ser transformar esa institución no con anuncios de reingeniería que no son verdad, sino con mucha voluntad política y capacidad de gerencia y de gestión. Debemos pasar del problema del transporte a una propuesta integral de “movilidad urbana”. Refundarlo para hacer de él un instituto municipal para tal fin, que atienda los tres problemas de manera uniforme. El transporte público: un sistema integrado con vías exclusivas, paradas predeterminadas, autobuses cómodos y ordenados. Además, implementar un plan de cultura ciudadana y vial para los conductores particulares y, por último, darle accesibilidad a los desplazamientos en la ciudad a las personas con alguna discapacidad.
TIPS:
√ Que falta hace en Maracaibo la gobernabilidad sobre los mercados municipales. Hoy serían tremendo alivio ante el estado descontrolado y sobrepasado en el que está la situación de desabastecimiento. Pero a los mercados municipales van a parar los bienes de primera necesidad para ser revendidos. Contrabando, bachaqueo y reventa son males que controlan la dinámica de abastecimiento diario del maracaibero.
√ La Policía Municipal cada vez reduce más su alcance de acción. Además de atender sus tres parroquias en el plan de patrullaje inteligente, debería ocuparse de la dirección y control del tránsito en toda la ciudad, y de otras atribuciones como la ambiental, urbana y de violencia de género de las que se ocupaban hasta no hace mucho.
DC / Henry Ramírez / Diputado PSUV Zulia-Maracaibo / @henrymaracaibo