Francia está «en guerra contra el yihadismo» pero no contra el islam y tomará «medidas excepcionales», declaró el primer ministro Manuel Valls ante el Parlamento este martes, víspera de la publicación del primer número de Charlie Hebdo desde los atentados.
La Asamblea Nacional votó luego casi por unanimidad continuar los bombardeos franceses en Irak contra el grupo yihadista Estado Islámico, menos de una semana después de los ataques.
El mismo día, Francia e Israel enterraban a las primeras víctimas y la nueva portada del semanario satírico daba la vuelta al mundo.
Charlie Hebdo, cuya redacción resultó diezmada en el atentado del miércoles, tendrá una portada en la que, bajo el título «Todo está perdonado», aparece un dibujo de Mahoma con lágrimas en los ojos y llevando el cartel de «Yo soy Charlie».
Este número tendrá una tirada de tres millones de ejemplares -contra 60.000 anteriormente- y será traducido en versión electrónica al árabe, al turco, al inglés, al español y al italiano.
Las organizaciones musulmanas de Francia pidieron a su comunidad a «mantener la calma, evitando las reacciones emotivas o incongruentes» y a «respetar la libertad de opinión».
Pero en Egipto la portada fue tachada de «provocación» por las autoridades musulmanas y en Pakistán una manifestación en Peshawar ensalzó la acción de los yihadistas que atacaron la revista.
DC | AFP