Al gobierno se le agotaron las excusas para intentar tapar las negativas consecuencias que han dejado en el país 16 años de desastre revolucionario. Ya no tienen discurso, ni enemigos suficientes a quien culpar. Pero mantienen su estrategia de engañar, aunque cada día menos venezolanos creen sus mentiras.
Es un cinismo terrible mantener como excusa la supuesta guerra económica para deslastrarse de su responsabilidad en la crisis que maltrata a los venezolanos. Ellos son los directos responsables. Lo que el pueblo está viviendo es la clara secuela del odio desatado contra el sector privado, de pésimas decisiones y de la aplicación de un modelo político y económico fracasado. Esa es la única lectura.
El impacto que en las finanzas públicas tiene la caída de los precios del petróleo es culpa del afán de regalar la riqueza nacional para forjar un liderazgo internacional que de nada le sirve al país. Pero además es el daño colateral de la corrupción, que según los oficialistas de Marea Socialista, dilapidó 259 mil millones de dólares. Frente a esta enorme cifra, los 25 mil millones de dólares del último saqueo de los corruptos rojos a Cadivipalidecen.
Venezuela está sumergida en la anarquía. Producto de los errores del gobierno, se han consolidado distorsiones preocupantes en la sociedad venezolana. Hoy impera la ley del más vivo para sobrevivir en la crisis.
Los controles de precios y la sobrevaluación de la moneda, han multiplicado las ganancias de los contrabandistas, quienes ahora tienen su propio ejército de personas que les sirven como «recolectores» de productos que son los llamados bachaqueros.
El control de cambio ha creado la figura de los «raspacupos», que surgieron para alimentar un mercado paralelo de dólares que no sería negocio, si aquí hubiese libre acceso a las divisas. Está demostrado que los controles sólo generan más corrupción. Pero ellos ganan con esos controles.
El país está sumergido en una crisis profunda, de la cual sólo percibimos una parte a través de la escasez, las colas y la inflación. Hay expresiones de la crisis que pasan desapercibidas porque se han hecho comunes, demasiado comunes. Todo eso en la mejor etapa del país en cuanto a ingresos económicos. Han sido 16 años perdidos.
En la satanizada IV República los gobiernos tuvieron mucho menos ingresos. Nunca gozaron de precios petroleros tan altos. A pesar de esa debilidad, supieron llenar el país de grandes obras que apuntalaron la modernización definitiva de Venezuela.
Hoy esas carreteras están llenas de huecos, los hospitales sin insumos, las universidades cercadas y deterioradas y así se acabó con todo lo que la IV República construyó en Venezuela a pesar de los bajos precios del petróleo. A pesar de los errores, había más eficiencia que en el desastre actual. Hoy me atrevo a afirmar que en la IV República se vivía mejor.
Maduro no mencionó todo este desastre en su memoria y cuenta. No habló de los 25 mil venezolanos que murieron en hechos violentos en el 2014. Calló ante la corrupción roja. Y sobre todo, les miente de nuevo a los venezolanos endosando a otros, lo que son sus propios errores. Venezuela se nos va por un barranco ¿Tú quieres que eso pase? Actívate y participa. Hazlo por tus hijos y nietos.
DC / Abog. Pablo Pérez / Ex Gobernador del Zulia / @PabloPerezOf