Cerca de las 10 pm del viernes fue asesinado Adrián Arévalo (28), agente 1 del Departamento de Inteligencia Militar (DIM), y su amigo Franklin Betancourt (25), en las afueras de la vivienda de este último, ubicada en Barrio Nuevo, en Antímano.
Según el relato de allegados, Arévalo fue a visitar a Betancourt para darle el feliz año y compartir un rato. Ambos se encontraban sentados fuera de la residencia cuando dos sujetos llegaron al sitio y, sin mediar palabra, les dispararon a ambos, se llevaron el arma de reglamento de Arévalo y salieron corriendo del lugar.
Familiares auxiliaron a las víctimas hasta el hospital Pérez Carreño, donde ingresaron sin signos vitales.
Se pudo conocer que Arévalo tenía cinco años como funcionario del Departamento de Inteligencia Militar, mientras que Betancourt, quien también laboraba en el DIM, se desempeñaba como mensajero, aunque no precisaron desde cuándo.
En la morgue de Bello Monte había hermetismo total con respecto al caso. Los funcionarios del Departamento de Inteligencia Militar no precisaron datos del doble homicidio; sin embargo, una fuente reveló que ese cuerpo de seguridad trabaja en conjunto con el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), para identificar y localizar a los responsables.
Arévalo era padre de dos hijos y estaba residenciado en el sector Las Mayas de Caracas.
Es el primer funcionario que fallece a manos del hampa en 2015. Una cifra que alcanzó los 132 efectivos en 2014.
Catia. En la calle El Placer, ubicada a dos cuadras del hospital Los Magallanes de Catia, fue asesinado Anthony Hernández Álvarez (21) la madrugada del 2 de enero.
“Anthony recibió una presunta llamada de su cuñado, quien le dijo que saliera un momento de la casa porque necesitaba decirle algo, pero cuando abrió la puerta no se encontró con su cuñado, sino con tres tipos que, sin mediar palabra, le dispararon tres veces”, dijo la madre del infortunado.
El joven, quien se desempeñaba como obrero en una compañía de árabes, pereció en el sitio. “Lo único que pido, ni siquiera es justicia, porque de eso se encarga Dios, sino seguridad para nuestro país”, continuó la señora.
Por otro lado, Rafael Álvarez (46) recibió cuatro disparos en sus dos piernas a manos de sujetos que lo despojaron de su celular. El hecho ocurrió a la 1:30 pm del viernes en Antímano.
Ingresó sin signos vitales al hospital Pérez Carreño.
DC | UN