Universidades públicas con presupuesto hasta junio

Por los vientos que soplan al sector universitario no le esperan meses muy prometedores. El presupuesto deficitario dado por el gobierno nacional, la escasez o altos costos de insumos necesarios, la variante inflación e incluso la caída de los precios del barril de crudo merman el buen desenvolvimiento de las universidades autónomas venezolanas.

Así lo confirman las autoridades universitarias y ven con preocupación que ni los créditos adicionales puedan evitar un colapso.

Sin reactivos

«La casa que vence las sombras». Así es conocida la Universidad Central de Venezuela, pero en este momento su desarrollo es ensombrecido por factores financieros. Su secretario, Amalio Belmonte, declaró que este año trabajarán con 48% del presupuesto solicitado, de cuyo total 90% es invertido en gastos fijos.

A su juicio estos recursos se harán insuficientes, considerando los altos índices inflacionarios. «En este momento no tenemos reactivos utilizados en las facultades de Odontología, Medicina, Ciencias, Agronomía y Veterinaria», destacó al agregar que la facultad de Farmacia tiene limitaciones para producir productos como los sueros antiofídicos, elaborados exclusivamente en este recinto universitario.

Para él, el aparato productivo nacional no satisface la demanda de insumos indispensables en las actividades académicas o de mantenimiento, panorama que se agrava por el desabastecimiento y la dificultad para adquirir divisas. «Tenemos un colchón que cada día se convierte en un catre», exclamó sobre los recursos extras.

Colapso en puertas

La historia se repite en la Universidad de Los Andes, donde, según informó su secretario, José María Andéres, no descarta un colapso inmediato. «Nosotros percibimos 36% del presupuesto solicitado, estos recursos nos alcanzan para cancelar 8 meses de salarios y 6 de bono alimentación», destacó el docente, quien afirmó que en el caso de gastos por funcionamiento, la partida apenas alcanza hasta mayo.

«Si esto ocurre, por ejemplo, se paralizarían los comedores con los que se benefician alrededor de 12 mil personas». Andéres mencionó lo complicado que se hará la reposición de equipos tecnológicos, debido a que son importados y la mayoría de las veces la compra de estos aparatos se hace a dólar libre.

Gastos de papelería, lapiceros, discos compactos, tintas para impresoras o elementos necesarios para las prácticas de los estudiantes, en ocasiones son asumidas por la comunidad universitaria. El representante de la ULA exhortó al gobierno a «no comprar tantas armas e invertir en la educación».

Un cuarto de lo solicitado

«La peor tratada». Esta fue la expresión de la rectora de la Universidad de Oriente, Milena Bravo, al comunicar que de 6 millardos solicitados, concedieron apenas 2, es decir cerca del 26%. Estima que puedan mantenerse activos hasta mayo. «El 86% del presupuesto aprobado se invierte en salarios, el resto nos queda para funcionamiento de los 5 y 4 extensiones que tenemos».

Agregó que tampoco cuentan con reactivos para las prácticas de química, biología y no pueden actualizar los programas computarizados necesarios para las investigaciones, debido a que deben comprarse en dólares.

Contingencia permanente

Cristian Puig, secretario de la Universidad Simón Bolívar, informó que desde el año 2009 implementan normas de contingencia presupuestaria. Pero este plan no evita que soliciten créditos adicionales para atender emergencias que se presenten en el camino, relacionadas con los sueldos, laboratorios, comedor y transporte.

«Por la dificultad del acceso a las divisas se nos hace difícil reponer equipos, a veces tampoco contamos con los bolívares para realizar estas compras y tenemos que hacer un gran esfuerzo este año para poder mantener los laboratorios».

Estudiantes cabizbajos

Cristian Puig, secretario de la Universidad de Carabobo, aseguró que «el sector estudiantil está cabizbajo y desanimado», Señaló que la coyuntura económica es similar a las demás universidades autónomas, cuyos recursos se harán más invisibles, producto de la caída del precio del barril del crudo y la inflación. «Antes los créditos adicionales eran otorgados por el excedente petrolero, pero ahora lo que vamos a tener es un faltante petrolero», opinó.

La adquisición de reactivos, al igual que en las otras instituciones, es uno de los dolores de cabeza de la UC, a parte de la adquisición de las divisas necesarias para la operatividad de la universidad.

El rector de la Universidad del Zulia sí se atrevió a dar fecha precisa y señaló que solo cuentan con los 2 mil 400 millones, cantidad que según la autoridad universitaria apenas llegará hasta junio de 2015.

La solución estaría en los créditos adicionales, pero esto no es esperanzador por la baja de los precios del petróleo, considera la máxima autoridad de LUZ.

DC | vía TC

Foto: Archivo

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...