Los dos costados del distribuidor Jesús Enrique Lossada en el centro de la ciudad de Maracaibo se encuentran en terribles condiciones, el agua acumulada proveniente de tuberías rotas se volvió en el peor enemigo de la carretera y los choferes que son los principales afectados.
Por una de las entradas, los buses de Panamericano, Las Delicias, y San Jacinto sólo por nombrar algunas, llegan al centro de Maracaibo en búsqueda de pasajeros pero en ese tramo sólo pueden pasar vehículos pesados, los carros pequeños cada vez que caen en los huecos reducen la vida útil de las piezas de los automóviles «hay que hacer acrobacias, por aquí no se puede ya, hace un mes repararon eso y mira cómo está» dice Román Torres chofer de un micro bus de San Jacinto.
Juan machado, chofer de San Francisco vociferó «si aumentamos el pasaje para costear los gastos causados por la caótica vialidad desaparece el transporte público» por su parte Fabián Oropeza de la ruta Negro Primero, sostuvo que utiliza otras vías, sin embargo, «es imposible no caer en algún hueco sobre todo cuando están inundados».
Por estos días reparar un tren delantero puede costar hasta 60 mil bolívares, sin embargo, el mayor problema es conseguir los elementos que lo componen.
En las Playitas hace falta la cooperación de la alcaldía de Maracaibo e Hidrolago para se solucione el desborde de agua y el problema del asfaltado.
DC | Ángel Nuñez