El Gobierno argentino volvió hoy a defender su tesis inicial de que el fiscal Alberto Nisman se quitó la vida, que había cambiado después de que la presidenta Cristina Fernández pusiera en duda que se hubiera tratado de un suicido.
“La primera hipótesis valedera con la que contamos es el suicidio”, dijo hoy el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, quien además aseguró que la denuncia de Nisman contra la presidenta Cristina Fernández y otros funcionarios por encubrimiento de terroristas fue algo a lo que el fiscal fue inducido.
Nisman, que investigaba un atentado anti-judío que en 1994 causó 85 muertos en Buenos Aires, fue hallado muerto en su domicilio de un disparo en la cabeza el 18 de enero, cuatro días después de haber presentado la denuncia contra Fernández y otros funcionarios.
Al fiscal “le hicieron firmar” un “bodoque” (cosa mal hecha), dijo hoy Aníbal Fernández en referencia a la denuncia.
“Se hace muy difícil creer que un hombre que conoce el Derecho no se diera cuenta que iba a ser objeto de las puyas de sus propios colegas”, añadió.
Además, hizo hincapié en la versión defendida por el Gobierno según la cual el fiscal era dirigido en sus investigaciones por el exjefe de operaciones de la Secretaría de Inteligencia Antonio “Jaime” Stiuso, quien fue desplazado por el Gobierno a finales de 2014 y ha sido señalado por el oficialismo como el instigador de una maniobra contra el Ejecutivo que incluiría la muerte de Nisman.
“Uno se da cuenta en estas cosas cuando trabaja con alguien quién es el comandante y quién es el comandado; yo sentía que el comandante era Stiuso y el comandado era el doctor Nisman”, recalcó Aníbal Fernández.
En cuanto a la causa de la muerte de Nisman, Fernández dijo que la fiscal a cargo de la investigación, Viviana Fein, ha dicho “hasta ahora que el proyectil, la vaina y la pistola que se encontraron en el baño son la misma cosa”.
“También nos ha dicho que no hay indicación de que el fiscal se haya defendido o haya sido atacado y que el cuerpo no ha sido arrastrado, por lo que tengo que sostener que la primera hipótesis valedera con la que contamos es el suicidio”, continuó.
Las circunstancias de la muerte de Nisman aún no se han aclarado pese a que la investigación, plagada de confusiones y contradicciones, apunta a que murió por un disparo en la cabeza realizado a no más de un centímetro de distancia con el arma encontrada junto a su cadáver.
La Justicia argentina informó hoy del hallazgo de ADN distinto al del fallecido fiscal en su casa y ordenó realizar un cotejo con una muestra genética de una persona cuya identidad se mantiene en reserva.
Aunque oficialmente no se informó de quién es esa persona, fuentes judiciales consultadas por medios locales detallaron que la persona citada para tomar la muestra de cotejo es Diego Lagomarsino, el informático que trabajaba con el fiscal y que le prestó el arma que acabó con su vida.
Lagomarsino, único imputado hasta ahora en la causa, ha dicho que visitó a Nisman en su casa dos veces la víspera de la muerte, ya que el fiscal le pidió un arma para protegerse y él accedió.
DC – EFE
Foto: Web