El presidente editor del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero ofreció una entrevista al portal ABC en donde alerta que en Venezuela “hay una situación de inestabilidad muy grande, que puede generar un cambio radical”.
Otero dirige el único periódico crítico de tirada nacional que queda en Venezuela. El gobierno de Nicolás Maduro castiga su independencia al obstaculizarle la compra de papel. El chavismo también le ha puesto en su punto de mira por reproducir una información de ABC que vinculaba al presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, con el narcotráfico. Otero alerta de que «la inestabilidad muy grande que existe en Venezuela puede generar un cambio radical».
El presidente editor de “El Nacional”, fundado por su abuelo en 1943, sostiene que en los últimos tiempos su país “se ha sentido muyabandonado por los demócratas del mundo”. Pero esa percepción ha cambiado a su juicio en las últimas semanas con la visita a Venezuela de los expresidentes Andrés Pastrana, Sebastián Piñeray Felipe Calderón, así como con la petición de libertad para el líder opositor Leopoldo López de la Cancillería de Colombia. En Madrid, Miguel Henrique Otero tiene previsto reunirse esta semana con dirigentes del PP y PSOE, así como con Jorge Moragas en La Moncloa y la comisión sobre derechos humanos y libertad de expresión del Senado.
—Diosdado Cabello ha amenazado con demandar a ABC por publicar que está siendo investigado por narcotráfico, así como a los medios que se hicieron eco de esta noticia, entre ellos “El Nacional”. ¿Qué futuro tiene esa demanda?
—Tendría que demandar a 1.500 medios más que lo sacaron. Reproducimos lo que sacó ABC, que cubrió la noticia. El problema de esa demanda es que es sabido que altos cargos venezolanos tienen vínculos con ese terrible delito. Venezuela se ha convertido en un puente del narcotráfico, quizá el más importante de América Latina, cuando su producción de droga no es tan grande. Viene de Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia… y de nuestro país se exporta a Europa, Estados Unidos, a donde sea necesario. Hay una complicidad gigantesca con algunas autoridades. La denuncia de uno de los ex jefes de Seguridad de Chávez y Maduro (Leamsy Salazar) va acompañada de vídeos y testimonios. Si EE.UU. asigna el caso a un fiscal del estado de Nueva York y, conociendo el peso que tenía este señor en Venezuela, se resume que hay bastante credibilidad. No es una maniobra mediática del imperialismo, como siempre descalifican este tipo de regímenes.
“Podemos es el típico populismo de oferta y de engaños”
—¿Cree que Cabello puede ser el jefe del cartel de los Soles, como ha denunciado Leamsy Salazar?
—El cartel de los Soles no tiene un jefe, no creo que sea una estructura piramidal. Son algunas personas del gobierno y las Fuerzas Armadas que en sus vinculaciones con las FARC y el ELN, altamente conocidas en el mundo, se acercaron al narcotráfico, que se ha convertido en una fuente de ingresos importante para mucha gente. Eso pasó en Cuba, durante el periodo especial, cuando Fidel Castro ordenó fusilar al general Ochoa. No tendría nada de particular que en Venezuela esté pasando lo mismo.
-¿Teme que la corrupción esté generalizada en el Gobierno venezolano?
—Uno de los grandes problemas económicos que tiene el modelo del régimen es la corrupción. Un modelo económico que se basó en las importaciones, que desmantelaron todo el aparato productivo y convirtieron a Venezuela en un país importador de todo. Una parte importante de esas importaciones las hace el Estado, donde no hay instituciones que lo controlen, eso ha generado una corrupción gigantesca y un desperdicio por el doble o triple coste de los productos.
—Cuando ve las manifestaciones de Podemos en España y oye los discursos de sus líderes ¿le recuerda a los primeros tiempos de Hugo Chávez?
—Se parece muchísimo. Los líderes populistas se apoyan en el descontento con las estructuras tradicionales. La gente se suma a esta esperanza de unos individuos que prometen cualquier cosa. No tienen manera de probar que lo que ellos ofrecen se puede hacer. Es el típico populismo de oferta y de engaños.
—¿Cuándo cree que Maduro adoptará medidas económicas que le reclaman con urgencia, como el aumento del precio de la gasolina o el fin de los controles al cambio de divisas?
—La crisis que sufre Venezuela no se resuelve con medidas parciales. Es un modelo económico que ha fracasado en el mundo entero. Están aplicando el modelo comunista, que en la actualidad solo Cuba y Corea del Norte mantienen. Y Cuba está viendo cómo sale de eso. No van a resolver el problema con unas medidas que no terminan de implementar. El problema pasa por abrirse a la inversión privada, sincerar los precios, reducir los controles, y ellos no lo van a hacer porque es contrario a su pensamiento ideológico.
—Tras su reciente viaje, el expresidente colombiano Andrés Pastrana avisa sobre una inminente crisis humanitaria en Venezuela. ¿Cómo afronta la escasez su familia?
—La escasez afecta a todo el mundo. Es escasez puntual: un día hay algo, otro día no lo hay. Y es básicamente de productos esenciales como la leche, aceite,café, azúcar, papel higiénico, pasta de dientes, harina, jabón… El gobierno controla los precios a un nivel tan absurdo que lo hacen desaparecer del mercado porque nadie produce o importa a pérdidas.
—¿Estamos asistiendo a los últimos coletazos del chavismo? ¿El deterioro de la situación económica y política puede provocar el fin del gobierno de Maduro?
—La situación de Venezuela es de un dramatismo nunca visto. El liderazgo de Maduro se ha venido a su mínima expresión. No es Chávez, no tiene su liderazgo. Hasta la gente del chavismo está rechazando a Maduro. La situación económica es una catástrofe y el descontento avanza a pasos agigantados.
—¿Qué podría ocurrir?
—Nadie lo sabe, las próximas presidenciales son en 2018 y el nivel de agravamiento de la crisis es tan aterrador que pensar en cambiar de gobierno en esa fecha es demasiado lejos. La desesperación de la gente es algo que se puede palpar día a día. Hay una situación de inestabilidad muy grande, que puede generar un cambio radical. La probabilidad de que ocurra un evento de ruptura en la continuidad de este gobierno es cada día mayor y mayor.
—¿Ve a la oposición venezolana cada vez más unida, al mismo tiempo que aumenta la división en el chavismo?
—Quizá uno de nuestros dramas es la división de la oposición porque no hay diferencias ideológicas importantes entre sus líderes, son de protagonismos. Lo lamentable es que no terminan de construir una plataforma común de cambio. Todos dicen lo mismo, todos llaman a las protestas, todos dicen que el cambio va a venir pronto, pero no se unen. Es inconcebible que no se unan. Si la oposición se une en una plataforma común, el régimen las va a tener muy mal. Disfruta, se apoya en esta división
«El gobierno no va a liberar a Leopoldo López, es una dictadura»
—El líder opositor Leopoldo López lleva un año en la prisión de Ramo Verde y su juicio no prospera. ¿A qué cree que espera el Gobierno para liberarlo?
—El gobierno no lo va a liberar, es una dictadura. Leopoldo López es un preso político, toda la comunidad internacional lo dice. En su juicio no hay pruebas de nada. El día en que el gobierno considere que le conviene soltar a Leopoldo López, lo hará. Pero es por razones de conveniencia política. No tiene nada que ver la viabilidad del juicio o su inocencia. El proceso judicial en el caso de Leopoldo López no cuenta. Lo que cuenta es la decisión de un gobierno de tenerlo preso.
—¿Vive amenazado? ¿Teme que le detengan?
—En Venezuela cualquier disidente teme que le detengan en cualquier momento. Diosdado Cabello me menciona en su programa todas las semanas.
—¿Cree que Caracas ha reducido los envíos de petróleo a La Habana y Cuba el número de nacionales desplegados en Venezuela?
—Siguen enviando el petróleo. El problema es que ya no vale lo que costaba antes. Los cubanos presienten que Venezuela puede cambiar y ya no le van a enviar más petróleo. Esa catástrofe produce cambios. Venezuela se ha convertido en una especie de protectorado cubano. Las notarías, los registros, las aduanas, los aeropuertos, los puertos, la inteligencia militar, gran parte de las empresas nacionalizadas, la identificación… todo eso está en manos de cubanos, controlan los sectores más estratégicos para un país. Ninguna nación entrega a otra los sectores más estratégicos voluntariamente.
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