El Real Madrid aprovechó el partido aplazado contra el Sevilla (2-1) para obtener tres puntos clave que le permiten distanciarse del Barcelona y el Atlético de Madrid, pero lo hizo a un precio muy caro, puesto que Sergio Ramos y el colombiano James Rodríguez salieron lesionados y muy probablemente se perderán el derbi del sábado en el Vicente Calderón, que tampoco podrá jugar Marcelo por acumulación de amonestaciones.
Cuatro puntos sobre el conjunto azulgrana y siete sobre el rojiblanco es la ventaja con la que encara el cuadro de Carlo Ancelotti el duelo de la máxima rivalidad en el que reaparecerá Cristiano Ronaldo tras cumplir su sanción.
No obstante, estas bajas se antojan más que importantes para medirse al conjunto de Diego Simeone. Ancelotti no reservó nada. Sólo se fijaba en este choque y a partir de hoy deberá recomponer la figura de su once con estas bajas.
Ramos y James se retiraron lesionados en la primera media hora del encuentro. Antes del descanso también abandonó en camilla el campo el meta sevillista Beto tras ser arrollado por Benzema. Marcelo fue amonestado al cuarto de hora del segundo periodo por una falta a Vitolo y se confirmó también su ausencia en el derbi.
Fue una victoria rara y muy complicada para el Real Madrid. Casi angustiosa. El fútbol castigó al Sevilla en una primera mitad en la que mereció mucho más por juego y ocasiones y en la segunda, cuando parecía que no encontraba el camino del gol, lo consiguió y puso en un tremendo aprieto a los blancos.
Iker Casillas amargó la noche a Vitolo y Vicente Iborra se topó con el palo derecho cuando el meta madridista estaba batido. En cambio, en el otro área funcionó la pegada madridista y los goles de James Rodríguez (m.12), antes de lastimarse, y de Jesé Rodríguez (m.36), que había reemplazado al colombiano, encarrilaron un nuevo triunfo.
Unai Emery apostó en esta ocasión por el músculo en la medular con Mbia, Krychowiak e Iborra, si bien este, cuando James abrió la cuenta, pasó casi a la media punta y creó muchos problemas junto a la movilidad del colombiano Carlos Bacca.
El conjunto de Ancelotti tuvo muchos problemas para controlar el encuentro y sufrió atrás sobremanera ante un rival que llevaba siete años sin ganar en el Santiago Bernabéu y que quería en esta ocasión acabar con la mala racha y afianzar la cuarta plaza.
Pero su falta de acierto y dos errores atrás puntualmente aprovechados por los madridistas pusieron plomo a sus pretensiones y relanzaron a los blancos, que pudieron apuntillar al inicio del segundo periodo por medio del galés Gareth Bale y Jesé.
Emery trató de encontrar más revoluciones con Aleis Vidal en lugar de un Gerard Deulofeu desaparecido en combate, que no aportó mucho, pero contestó el Real Madrid con otra salida que acabó Isco Alarcón y de no ser por Sergio Rico, que ya había evitado un gol de Khedira antes del intermedio, el tercer gol hubiera subido al marcador.
El Real Madrid parecía encontrarse en el escenario preferido, ante un rival obligado a buscar más el ataque y espacios para salir en velocidad, pero aún así Iborra volvió a tener en sus botas un gol clarísimo (m.59).
El Sevilla tiraba de todo lo que podía para no claudicar antes de tiempo y el Real Madrid, pese a los sufrimientos puntuales, también se las arregló para incluso agradar a su afición y desplegar alguna que otra jugada espectacular.
Iago Aspas, el salvador sevillista ante el Espanyol en la última jornada liguera, entró en escena en lugar de Bacca. Y volvió a ser el que despertó el ánimo de los de Emery al establecer el 2-1 tras una magnífica maniobra de Vitolo.
Quedaban diez minutos y la inquietud se apoderó de un Real Madrid que no había podido apuntillar y quedaba abocado al sufrimiento ante un Sevilla volcado que presionó al máximo al conjunto de Ancelotti, que se tuvo que multiplicar para resguardar una victoria muy importante.
DC | EFE