El primer ministro británico, David Cameron, defendió hoy ante el Parlamento la necesidad de imponer nuevas sanciones a Moscú si los separatistas prorrusos continúan avanzando para expandir su control sobre territorio ucraniano.
Cameron anunció una inversión adicional de 15 millones de libras (20,25 millones de euros) para apoyar la ayuda humanitaria en la región y anunció que el Reino Unido estudia medidas para «impulsar» la misión en Ucrania de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
A pesar del alto el fuego firmado entre Kiev y Moscú, el jefe del Gobierno británico considera que las acciones «ilegales y totalmente injustificables» en el este de Ucrania, de las que responsabiliza a Rusia, han alcanzado un «nuevo nivel» en los últimos diez días.
Cameron condenó la «flagrante violación» de la tregua acordada por parte de los separatistas para tomar el control de Debáltsevo, un enclave crucial para las comunicaciones en la región, y advirtió de que los rebeldes podrían continuar avanzando.
Según las autoridades ucranianas, las milicias prorrusas lanzaron ayer ataques con tanques, artillería y morteros en la localidad de Shirókino, a 23 kilómetros de la ciudad de Mariúpol.
«Rusia no puede albergar dudas de que cualquier intento por parte de los separatistas de expandir su territorio, ya sea hacia Mariúpol o hacia cualquier otro sitio, será seguido por nuevas e importantes sanciones por parte de Europa y Estados Unidos», dijo el jefe del Gobierno británico.
«Resulta vital que la comunidad internacional esté preparada para incrementar la presión (sobre Moscú) y extender el castigo económico si rechaza cambiar sus políticas», afirmó Cameron.
DC | EFE