Hillary Clinton evitó hablar de política el sábado en Coral Gables. Ella dejó esa tarea en manos de su esposo.
Al hablar a los estudiantes de la Universidad de Miami, la ex secretaria de Estado no mencionó ni una sola vez su probable candidatura a la presidencia o las controversias que la han rodeado recientemente. Pero, al subir al podio tras ella, el ex presidente Bill Clinton habló de una de ellas por primera vez.
El ex presidente defendió el hecho de que la Fundación Bill, Hillary & Chelsea Clinton haya aceptado millones de dólares en donaciones de parte de gobiernos extranjeros, incluso durante el mandato de su esposa en el Departamento de Estado.
“Yo considero que eso hizo mucho más bien que mal”, dijo, admitiendo que habían recibido donaciones de otros países, entre ellos algunos en el Medio Oriente.
“Los Emiratos Árabes Unidos nos dieron dinero”, dijo. “¿Estamos de acuerdo con todo lo que ellos hacen? No, pero ellos nos ayudan a combatir a ISIS”, añadió, refiriéndose al llamado Estado Islámico.
El afirmó que las donaciones provenían de “amigos” que habían contribuido anteriormente a la fundación y a quienes se les permitió seguir haciéndolo, según un acuerdo de ética hecho en el 2008 con la administración de Obama. Pero ese no fue el caso de una contribución de $500,000 de parte del gobierno de Argelia.
“Mi opinión en este sentido es divulgarlo todo y dejar que cada cual saque sus propias conclusiones”, dijo Clinton.
Hillary Clinton habló antes que él, conjuntamente con su hija, Chelsea, como parte de la Iniciativa Universitaria Global Clinton (Clinton Global Initiative University). La ex secretaria de Estadono dijo una sola palabra sobre las revelaciones de la semana pasada de que, durante su mandato como secretaria de Estado, ella envió correos electrónicos exclusivamente desde una cuenta privada.
Clinton dijo el miércoles a través de Twitter que ella había pedido al Departamento de Estado que diera a conocer los correos electrónicos, y el departamento ha indicado que está revisando para decidir qué documentos son públicos. Pero, debido a que estaban almacenados en un servidor privado, es imposible saber qué correos electrónicos han sido borrados o entregados, o no.
Republicanos nacionales continuaron criticando duramente a Clinton el sábado por no responder preguntas sobre su correo electrónico.
“Hillary Clinton ha pasado una semana escondida de la prensa y de los votantes, quienes tienen serias preguntas sobre su compromiso a la transparencia, la ética y la seguridad nacional”, dijo el vocero del Comité Nacional Republicano Michael Short en un comunicado.
El presidente Barack Obama dijo el sábado a CBS News que se enteró del sistema de correo electrónico de Clinton al mismo tiempo que todos los demás, a través de los reportes noticiosos”.
“La política de mi administración es animar a la transparencia, lo cual es la razón de que mis correos electrónicos — el BlackBerry con el que voy a todas partes — toda esa documentación está disponible y archivada, y me alegra que Hillary haya dado órdenes de que esos correos electrónicos sobre asuntos oficiales tienen que ser divulgados”, dijo.
En su discurso del sábado, la ex secretaria de Estado se atuvo a un tema que le es muy cercano desde que fuera Primera Dama: los derechos de las mujeres y las niñas. Su hija señaló que las mujeres estaban poco representadas en puestos directivos pero no mencionó la presidencia, y en lugar de eso se centró en las juntas directivas del mundo corporativo.
Hillary Clinton hizo una referencia aparente a la Ley de Atención Médica Asequible (ACA), diciendo “hemos progresado mucho” en cuanto a hacer accesible la atención médica.
“Pero también hemos visto esfuerzos mancomunados para tratar de estancar ese progreso, o incluso de echarlo atrás”, dijo, sin nombrar la ley.
Sus palabras representaron un marcado contraste con las de los aspirantes a la candidatura presidencial republicana, quienes recorrieron el sábado toda Iowa para establecer los cimientos de sus campañas potenciales. La recaudación de fondos y el poder político de Clinton han intimidado en gran medida a otros contendientes demócratas, permitiéndole que continúe dando discursos como el del sábado, como filántropa en lugar de política que se prepara para una campaña.
Clinton sí hizo referencia a que el sábado marcaba el 50 aniversario de la marcha por los derechos civiles en Selma, Alabama. Ella pidió a los estudiantes que vieran los discursos dados el sábado por el representante federal John Lewis y el presidente Obama.
El Presidente “dio un discurso magnífico sobre el progreso que hemos hecho”, dijo ella. “Pero [también] sobre la necesidad imperativa de que sigamos haciendo progreso”.