Un grupo de congresistas estadounidenses manifestó hoy su oposición a la apertura de una embajada de Cuba en Washington, al considerar que podría tener consecuencias para la seguridad nacional de Estados Unidos dado el largo historial de espionaje cubano en ese país.
Los congresistas Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart, Albio Sires y Carlos Curbelo y el senador Ted Cruz enviaron hoy una carta a la secretaria adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, y al asesor de la Casa Blanca para América Latina, Ricardo Zúñiga, oponiéndose a la apertura de una embajada cubana en la capital estadounidense, reseñó DPA.
«Les escribimos para expresar nuestra más sincera oposición a permitir que la dictadura comunista cubana abra una embajada en Washington u oficinas consulares en otras lugares de Estados Unidos», señalaron los congresistas en su carta.
Todos los legisladores que firmaron la misiva son republicanos, excepto Albio Sires, que pertenece al partido demócrata.
Los congresistas y el senador argumentan que permitir la apertura de una embajada y consulados cubanos «iría en detrimento de los intereses de Estados Unidos» y «abriría la puerta a sus actividades de espionaje».
Los legisladores recuerdan el largo historial de espías cubanos en territorio estadounidense, «que ya ha tenido consecuencias severas para nuestra seguridad nacional» en el pasado.
«Contrario a la creencia popular y a la propaganda de los hermanos Castro, la red de espionaje cubana sigue siendo una de las más avanzadas del mundo y está casi exclusivamente enfocada en los Estados Unidos y para mantener ese régimen en el poder», aseguró la congresista republicana Ros-Lehtinen a través de un comunicado.
Ros-Lehtinen, de origen cubano, aseguró que si se permite a La Habana abrir una embajada y consulados en Estados Unidos «la administración nos arriesga permitiendo que espías cubanos tengan mayor acceso a información delicada que puede ser vendida al que le ofrezca más dinero».
La congresista republicana instó a la administración de Obama a olvidarse de sus aspiraciones de dejar un legado en política exterior y le pidió que no «anteponga la política a nuestra seguridad nacional».
Los cinco legisladores también exigieron a la administración Obama que les informe sobre la marcha de las negociaciones entre Washington y La Habana para restablecer relaciones bilaterales, después de medio siglo de ruptura y enfrentamiento ideológico. Y criticaron que el Gobierno estadounidense no informara al Congreso antes de anunciar el histórico acuerdo con La Habana.
Desde enero se han celebrado tres rondas de negociaciones, dos en La Habana y una en Washington, sin que, hasta ahora, haya habido resultados tangibles.
Estados Unidos y Washington negocian la apertura de embajadas en Washington y La Habana tras el acuerdo alcanzado en diciembre por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro para reanudar relaciones bilaterales, rotas en 1961.
A falta de relaciones diplomáticas directas, las «Secciones de Intereses» les permiten cumplir con servicios consulares y continuar las escasas relaciones bilaterales que mantenían hasta el acuerdo de diciembre, por ejemplo, en materia migratoria. Su personal tiene, sin embargo, serias restricciones de acción y desplazamiento por los respectivos territorios.
Todavía, sin embargo, no hay una fecha para la transformación de las «Secciones de Intereses» en embajadas totalmente operativas.
DC | Agencia