El Gobierno de EE.UU. insistió hoy ante el Congreso en que no busca la caída del Ejecutivo de Nicolás Maduro, pero llamó a aunar esfuerzos con sus socios latinoamericanos para buscar una solución a la crisis que atraviesa Venezuela.
El subsecretario adjunto para América Latina del Departamento de Estado, Alex Lee, reiteró que las intenciones de EE.UU. no son «sabotear la economía venezolana» y recordó, durante una audiencia celebrada en el Subcomité de Asuntos para Latinoamérica del Senado estadounidense, que su país sigue siendo el principal socio comercial de Venezuela, reseña EFE.
«Quiero ser claro: no es nuestra política o nuestra intención la de promover la inestabilidad en Venezuela o avalar soluciones a los problemas políticos de Venezuela que son acordes con su propio sistema legal», dijo Lee en alusión a las recientes sanciones impuestas contra varios altos cargos venezolanos por supuestas violaciones de derechos humanos.
«EE.UU. -agregó- no busca la caída de la Gobierno venezolano ni trata de sabotear la economía venezolana. Continuamos siendo el mayor socio comercial de Venezuela».
«El presidente Maduro -prosiguió- ha expresado públicamente el deseo de mejorar nuestra relación bilateral, y estamos abiertos al diálogo. Mantenemos las relaciones diplomáticas y damos la bienvenida a las conversaciones y el debate».
El diplomático subrayó la importancia de que las elecciones parlamentarias previstas para este año en Venezuela se lleven a cabo de la manera más transparente, e indicó que Estados Unidos ya les ha transmitido su deseo de impulsar una misión internacional electoral que garanticen la transparencia del proceso.
«Las elecciones de la Asamblea Nacional de este año -explicó- representan una oportunidad para los venezolanos de participar en un discurso legítimo y democrático».
«Unos resultados creíbles de las elecciones -añadió Lee- podrían reducir las tensiones en Venezuela. Hemos instado a los socios regionales a alentar a Venezuela a aceptar una misión de observación electoral internacional sólida».
«Ahora, es el momento para la región de colaborar juntos para ayudar a Venezuela a trabajar por una solución democrática a los desafíos que enfrenta el país», agregó.
El senador republicano Marco Rubio, presidente del subcomité junto al demócrata Robert Menéndez, ambos autores del texto legislativo de las sanciones contra los funcionarios venezolanos, pidieron al presidente de EE.UU., Barack Obama, que aumente las medidas contra ellos y advirtieron del posible empeoramiento de la situación en el país.
«No se pudieron encontrar pruebas creíbles de intentos golpistas entre la oposición y los diplomáticos estadounidenses, apuesto a que pronto veremos que el Gobierno de Maduro produce pruebas falsas sobre la conspiración golpista», aventuró Rubio.
Por su parte, Menéndez aplaudió la imposición de las sanciones, pero dijo que EE.UU. podría «haber ido más lejos».
«Es importante que todos nosotros reconozcamos que la solución a esta crisis debe llegar por medio de las urnas. Y espero que tengamos la oportunidad de discutir la estrategia diplomática de la Administración para garantizar que las elecciones que Venezuela tiene previstas a finales de este año se lleven a cabo bajo condiciones libres, justas y transparentes», apuntó el senador.
DC | EFE